La Alianza Nuclear, impulsada por la ministra francesa de Transición Energética, Agnès Pannier-Runacher, ha presentado a la Comisión Europea un documento en el que pide que reconozca el papel vital de la energía nuclear e insta a Bruselas a reforzar la promoción del sector en Europa y en el exterior.
Bajo el título “Una nueva estrategia sobre la utilización de la energía nuclear para la Unión Europea”, la Alianza Nuclear, que se ha reunido este martes coincidiendo con el encuentro informal de ministros europeos de Energía y Medioambiente celebrado en Valladolid, insiste en que la energía nuclear y las renovables son tecnologías complementarias para cumplir con las metas climáticas.
En este sentido, la hoja de ruta dice que la energía nuclear es “esencial” para cumplir con los objetivos de descarbonización de la región, y asegurar la diversidad de las fuentes y de los suministros energéticos, la independencia energética, la competitividad y la lucha contra el cambio climático.
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Todo ello es posible gracias a la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero, prosigue el texto, que recuerda que más allá del Pacto Verde Europeo, la UE se asienta también sobre la Comunidad Europea de la Energía Atómica (Euratom).
Para cumplir su misión, añade, la Comunidad debe, como prevé el tratado homónimo, promover la investigación y garantizar la difusión de la información técnica, facilitar las inversiones y establecer con otros países y organismos internacionales relaciones que puedan promover el progreso en el uso pacífico de la energía nuclear.
Por otro lado, las nucleares son también “un medio de generación estable y controlable, que permiten una gestión fiable del sistema eléctrico y contribuyen a un alto nivel de seguridad de suministro”.
Para la Alianza, la reciente crisis energética ha puesto de manifiesto su importancia, tanto de cara a la opinión pública como para un número cada vez mayor de responsables políticos, lo que refuerza la necesidad de que las instituciones europeas “promuevan y faciliten la inversión” en este campo.
“La neutralidad tecnológica y el derecho soberano de los Estados miembros a determinar su ‘mix’ debe tenerse en consideración a la hora de establecer políticas europeas”, indica el documento, que insta a que estas tecnologías formen parte de la estrategia europea de transición energética y que los proyectos “puedan beneficiarse” del mismo apoyo que reciben otras fuentes descarbonizadas.
Potenciar las nucleares
Conforme a sus estimaciones, la energía nuclear puede proporcionar hasta 150 gigavatios (GW) de capacidad eléctrica para 2050, frente a los aproximadamente 100 GW actuales.
Teniendo en cuenta todos los argumentos, la Alianza anima a la Comisión Europea a desarrollar una política “fuerte y positiva” que respalde la financiación “competitiva” de las nucleares.
En el contexto de las negociaciones sobre el futuro diseño del mercado eléctrico europeo, ve importante que los Estados conserven un “margen de maniobra” para apoyar inversiones en este tipo de energía que contribuyan a la seguridad energética en el largo plazo.
Desde su perspectiva, Bruselas podría implementar una asociación entre socios comunitarios, inversores privados y organizaciones internacionales, incluidos el Banco Europeo de Inversiones (BEI) y el Banco Europeo de Reconstrucción y Desarrollo (Berd).
También podría comenzar a definir las directrices de ayuda estatal para facilitar el desarrollo de la cadena de suministro nuclear y las centrales en Europa, así como potenciar la innovación.
Ribera, en la reunión
En la reunión, ministros y representantes de 14 Estados miembros han intercambiado sus puntos de vista en presencia de la Comisión Europea y de la Presidencia española del Consejo de la Unión Europea, representada por la ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera.
La lista de participantes está compuesta por Bulgaria, Croacia, República Checa, Finlandia, Francia, Hungría, Países Bajos, Polonia, Rumanía, Eslovenia, Eslovaquia y Suecia.
Bélgica e Italia han participado como observadores, aunque no han tomado parte ni del debate ni de la redacción de las conclusiones.
Fuente: EFE
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