El fatal accidente aéreo en Nepal del domingo se suma a la reputación que tiene el país del Himalaya como el lugar más peligroso del mundo para volar.
Los 68 pasajeros y cuatro tripulantes del vuelo 691 de Yeti Airlines murieron en el desastre en Pokhara, la segunda ciudad más grande de Nepal y una puerta de entrada para los turistas que exploran el sistema montañoso de Annapurna.
Según datos de la red de seguridad aérea, el accidente fatal fue el undécimo en Nepal desde que tiene registro. Solo en mayo pasado, 22 personas murieron cuando un vuelo de Tara Air descendió en ruta desde Pokhara hasta la base de trekking de Jomsom. La última tragedia, la más mortal desde 1992, provocó una serie de cancelaciones de turistas, según ejecutivos de la industria de viajes, lo que le ha costado al país ingresos vitales.
La topografía y los patrones climáticos de Nepal hacen que volar sea más difícil que en muchos otros lugares. En 2015, la Organización de Aviación Civil Internacional, respaldada por las Naciones Unidas, dio prioridad al país para recibir asistencia técnica y luego dijo que su “terreno hermoso pero accidentado hace que la seguridad de las operaciones aéreas sea más desafiante que en otras áreas del mundo”.
Nepal también tiene algunas de las carreteras más peligrosas del mundo, lo que se suma al riesgo que enfrentan los ciudadanos y visitantes cuando viajan por la vertiginosa nación. El turismo es una industria clave, que aporta casi el 7% del producto interno bruto, según el Banco Mundial.
En 2021, cerca de 150,000 turistas extranjeros viajaron a Nepal, casi todos por vía aérea, según los últimos datos disponibles en el sitio web del Ministerio de Turismo de Nepal. La ajetreada capital, Katmandú, es el principal punto de entrada para aviones más grandes, y los viajeros suelen tomar aviones más pequeños a áreas más remotas con ocho de los 10 picos más altos del mundo, incluido el Monte Everest.
Subhash Goyal, fundador y presidente de STIC Travel and Air Charter Group, uno de los grupos turísticos más grandes de la India, dijo que el accidente del domingo ya ha tenido un impacto adverso en la demanda, con 60% de las reservas de Nepal canceladas, en su mayoría por visitantes extranjeros, especialmente europeos.
El vuelo de Yeti Airlines, que utiliza un turbohélice bimotor ATR 72, despegó de Katmandú a las 10:32 a.m. hora local y se estrelló alrededor de las 11 a.m. ATR es una empresa conjunta entre Airbus SE y la italiana, Leonardo SpA.
En el accidente fallecieron los 53 nepalíes a bordo, así como cinco indios, cuatro rusos, dos coreanos y ciudadanos procedentes de Australia, Argentina, Irlanda y Francia, dijo la Autoridad de Aviación Civil de Nepal en un comunicado.