El primer ministro de Japón, Shinzo Abe, declaró hoy formalmente la alerta sanitaria en varias regiones del país, una medida que amplía de forma excepcional los poderes de las autoridades con el objetivo de contener la propagación del Covid-19.
Abe anunció la activación de esta medida conocida en Japón como estado de emergencia durante una reunión mantenida hoy en Tokio con un grupo gubernamental especialmente designado para gestionar la crisis sanitaria, y tras obtener el respaldo del parlamento nipón.
La alerta sanitaria ha comenzado a regir este mismo martes en el Área Metropolitana de Tokio y otras seis prefecturas del país, se prolongará hasta el 6 de mayo y permitirá a las autoridades imponer una serie de restricciones a ciudadanos y empresas para tratar de frenar el aumento de los contagios.
En concreto, Abe pidió a los ciudadanos que eviten salir de casa dentro de lo posible hasta que termine el estado de alerta con el objetivo de "proteger la vida y la salud del pueblo japonés", durante su intervención en la reunión, recogida por la televisión local.
"Para evitar una extensión drástica del número de infecciones, pido toda la cooperación posible el pueblo japonés", dijo el primer ministro, quien compareció con mascarilla al igual que los otros asistentes a la reunión.
Además de la recomendación de no salir de casa, el estado de emergencia permitirá a las autoridades ordenar el cierre de colegios, establecimientos comerciales, espacios de ocio y centros deportivos y culturales.
Esta medida, no obstante, dista de la orden de confinamiento aplicada en países como España o Italia, puesto que la legislación nipona no contempla sanciones para quienes incumplan las recomendaciones de las autoridades.
"Lo más importante es que cada ciudadano cambie su forma de actuar", dijo Abe, quien añadió que "los servicios económicos y sociales pueden mantenerse siempre que se eviten las concentraciones de gente".
El líder del Ejecutivo nipón ofrecerá esta noche una rueda de prensa para dar más explicaciones sobre la medida, mientras que las autoridades de Tokio, Osaka y las otras prefecturas afectadas también tienen previstas comparecencias ante los medios para detallar cómo afectará a los ciudadanos de cada una de ellas.
El Gobierno ha recurrido a esta medida por primera vez en la historia del país ante el incremento de los casos de Covid-19, que superan ya los 4,800, con 108 muertos, incluyendo los del crucero que fue sometido a cuarentena Diamond Princess.