Acapulco se blinda por el riesgo a saqueos derivados de la severa crisis económica ante el coronavirus. Se pueden observar tiendas y hoteles tapeados con madera y un gran despliegue de efectivos policiales.
Se realizan constantes operativos de vigilancia coordinados por la Guardia Nacional y varios organismos de policías, quienes ya han atendido 6 intentos se saqueos a supermercados en apenas una semana.
El comandante Rivas cuenta que tuvieron que duplicar su jornada y aún así no se dan abasto. La situación es tan crítica, hasta el punto que un grupo de vecinos robó 150 de las despensas a los funcionarios del ayuntamiento que las repartían.
El sector turístico de la ciudad calcula que perderá unos US$ 50 millones solo en semana santa. Los primeros afectados ya han sido los trabajadores de la playa.
