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Doing Business en Perú

Doing Business en el Perú 2020, el primer estudio subnacional de Doing Business en el país, investiga la forma en que las regulaciones gubernamentales fomentan o restringen la actividad empresarial.

Los indicadores de Doing Business en el Perú 2020, elaborado por el Banco Mundial, se refieren a 4 de 12 áreas de la regulación que inciden en la formación y vida de las empresas: apertura de una empresa, obtención de permisos de construcción, registro de la propiedad y cumplimiento de contratos.

En estas áreas se compara el desempeño de 12 localidades peruanas entre sí y también con otras 189 economías del mundo. Los resultados de la capital –Lima– y las comparaciones con el resto del mundo en las 4 áreas que se evalúan están basados en información del estudio global Doing Business 2020 publicado por el Grupo del Banco Mundial.

Los indicadores de Doing Business en el Perú son también comparables con los datos de localidades evaluadas por otros estudios subnacionales realizados en 78 economías.

Los datos publicados esta semana en Doing Business en el Perú 2020 están actualizados al 1 de mayo de 2019. Los indicadores se utilizan para analizar los resultados económicos de las regulaciones e identificar las reformas que han tenido éxito, dónde, y por qué.

Doing Business en el Perú 2020 fue realizado a pedido del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) del Perú y contó con apoyo del Consejo Nacional de Competitividad y Formalización del MEF.

El estudio contó con la colaboración y el financiamiento de la Secretaría de Estado para Asuntos Económicos – SECO de Suiza, como parte de su Programa de Cooperación al Desarrollo Económico en el Perú.

Los resultados revelan oportunidades de mejora y buenas prácticas locales e internacionales que pueden guiar iniciativas de reforma, para avanzar con los objetivos prioritarios del Plan Nacional de Competitividad y Productividad.

Entre los principales hallazgos del reporte figuran:

Lima es la ciudad en el Perú donde es más fácil hacer negocios. Entre las 12 ciudades, Lima es la única que ocupa los primeros lugares en 3 indicadores. Huaraz, la segunda mejor clasificada, se destaca en 2. Arequipa, el Callao, Huancayo, Ica, Tarapoto y Trujillo tienen buen desempeño al menos en uno.

La regulación existente y la forma cómo se aplica en las distintas ciudades puede facilitar los negocios en unas áreas más que en otras. El ranking que obtienen las ciudades en cada uno de los 4 indicadores de este estudio revela oportunidades para mejorar, ya que una misma ciudad puede desempeñarse mejor en algunas áreas que en otras.

La eficiencia de los trámites depende de dónde se realicen. Aunque el marco regulatorio se aplica uniformemente en todas las ciudades, los plazos de respuesta a los trámites varían sustancialmente entre ellas.

Las brechas de desempeño en el Perú son considerables, sobre todo en los indicadores de apertura de una empresa y cumplimiento de contratos. No obstante, en las 4 áreas hay diferencias significativas si se comparan los resultados de las ciudades peruanas con los de otras economías mundiales.

Apertura de una empresa

Abrir una empresa es más sencillo en Lima que en otras ciudades del Perú, debido al mayor uso de los sistemas en línea de los Registros Públicos y el menor tiempo para obtener la licencia de funcionamiento. Por el contrario, en Chiclayo es más difícil, donde toma casi el triple de tiempo que en Lima por la demora en la obtención de dicha licencia.

Abrir una empresa es menos costoso en Trujillo, aquí el precio de la licencia de funcionamiento es 17 veces menor que en Huancayo, la ciudad donde es más caro abrir una empresa.

La mayoría de los emprendedores en el Perú sigue prefiriendo realizar los trámites para abrir una empresa de manera presencial, a pesar de los esfuerzos de la Sunarp por ofrecer los servicios en línea. La excepción a la regla es Lima, que lidera las inscripciones en línea.

Apertura de una empresa

La obtención de la licencia de funcionamiento en el Perú es el proceso más largo y costoso para abrir una empresa; llegando a significar el uso del 73% del tiempo de los trámites y alrededor de un 40% del costo total. Realizar este trámite es más sencillo en Lima y en Arequipa.

Abrir una empresa en el Perú tarda alrededor de 17 días más que en el promedio de Latinoamérica, aunque es un 70% menos costoso. Comparado con el promedio de los países OCDE de altos ingresos, tarda casi un mes y medio más, requiere 3 trámites extra y cuesta casi 4 veces más.

Subsisten retos para la apertura de una empresa en el Perú como el uso progresivo de los sistemas en línea para el registro y conseguir que el proceso de obtención de la licencia de funcionamiento sea unificado y ágil.

Obtención de permisos de construcción

La obtención de permisos de construcción es más fácil en Trujillo, gracias a la celeridad del proceso, que tarda menos de 5 meses, y los bajos costos asociados, que representan un 1.6% del valor del almacén. En contraste, el trámite es más difícil en Huaraz, donde los empresarios tardan 10 semanas más en completarlo y es un 11% más caro.

Las principales variaciones entre ciudades son el tiempo y el costo para cumplir con los trámites del proceso de obtención de permisos de construcción. Tarapoto y Arequipa son las más rápidas, mientras que el proceso es más largo en Huancayo y Huaraz.

Lima y Trujillo tienen un mejor desempeño en el índice de control de calidad de la construcción, gracias a que las inspecciones a las construcciones siempre se realizan.

Obtención de permisos de construcción

Las ciudades peruanas resuelven los trámites para obtener los permisos de construcción casi dos meses más rápido que el promedio latinoamericano, que es de 205.4 días; sin embargo, requieren de 3 y 6 trámites más que el promedio de los países latinoamericanos y OCDE de altos ingresos, respectivamente, lo cual hace que el proceso sea más complejo.

Las oportunidades de mejoras están enfocadas en la simplificación de trámites antes de la construcción, la promoción de regulaciones claras y actualizadas, la participación del sector privado en el proceso de emisión de licencias de edificación y la apuesta por el uso de nuevas tecnologías.

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