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Productividad

Seguramente tengas un compañero de trabajo que siempre está agotado, suspirando y preocupándose por algo, y también es muy posible que por esta razón sea considerado uno de los miembros más responsables y productivos del equipo. De ser así, sin embargo, queda claro que estas confundiendo el hecho de trabajar duro y trabajar de forma inteligente. Para que comprendas el motivo detrás de este error, a continuación te indicamos los aspectos que diferencian a los individuos productivos de los que simplemente están ocupados.

1. Comprenden cuales son las tareas que valen la pena

Mientras algunos se ocupan de hacer listas de tareas y simplemente completarlas, las personas productivas se enfocan solo en aquellas que contribuirán a cumplir los objetivos de la organización. En lugar de tachar los puntos y preguntarte “¿Qué sigue?", probá con guiar tu pensamiento a partir de la siguiente interrogante: ¿Cuál es la tarea que va a proporcionar el mayor retorno de la inversión para la empresa?”.

2. Establecen prioridades

Como vimos anteriormente, las personas productivas entienden que su objetivo es aportar valor, por lo que son capaces de diferenciar las tareas y actuar a partir del establecimiento de prioridades.

3. Prestan atención a los detalles

En lugar de y atender varios proyectos al mismo tiempo, lo cual puede generar resultados nada positivos, los trabajadores productivos tienen a adoptar una visión más rigurosa y prefieren la eficacia por sobre la rapidez.

4. Saben cuándo decir que no

¿Te citan a una reunión para resolver un asunto que no está relacionado con tu trabajo ni con tu departamento? ¿Te propusiera un proyecto, pero conocés a un colega al que le interesaría más que a vos? En estos casos, las personas productivas no temen responder con un no, ya que son conscientes de que deben proteger su tiempo e invertirlo sabiamente.

5. Saben delegar

Las personas productivas no asumen tareas que no pueden completar ni roles que para los que no están capacitados, sino que buscan ayuda y delegan sus responsabilidades a quienes puedan hacer un mejor trabajo que ellos.

6. No son impulsivas

Las personas productivas s aben que es necesario dar un paso atrás, obtener una mayor perspectiva y evaluar si se puede alcanzar un resultado más eficiente. Asimismo, se toman el tiempo para la planificación, la reflexión y el desarrollo personal. Es justamente por este motivo que logran articular fácilmente el vínculo entre sus actividades del día a día y su misión general.

7. Evitan el caos

Las personas productivas no pueden lidiar con el desorden. Cuanta más información se encuentre flotando en su mente y más basura ocupe espacio de trabajo, perderán más tiempo y se sentirán más desconcentrados. De hecho, utilizan la organización como una herramienta de trabajo: cuando un proyecto se estanca, saben que es hora de parar lo que están haciendo y reorganizar la situación. Si bien esta táctica puede retrasar los resultados a corto plazo, saben que hacerlo les ahorrara tiempo y dinero en el largo plazo.

8. No gastan tiempo en su e-mail

El email es uno de los mayores destructores de la productividad de la era moderna, de hecho, está comprobado que las personas . Sin embargo, las personas productivas no permiten que esta herramienta interfiera en sus quehaceres: desactivan las notificaciones automáticas y lo revisan en momentos puntuales del día.

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