Los jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea (UE) han dado dos semanas a sus ministros de Finanzas para que presenten más medidas para responder a la crisis económica provocada por el coronavirus, después de que Italia y España se hayan plantado para reclamar una acción europea más decidida.
"Hemos debatido todas las posibilidades y hemos tomado la decisión de continuar todos nuestros esfuerzos basándonos en un compromiso muy fuerte. Estamos listos para hacer todo lo que sea necesario para encontrar la solución correcta, pero tenemos que continuar nuestros esfuerzos", dijo el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, tras una cumbre por videoconferencia de más de seis horas.
El debate entre los líderes, destinado a definir la respuesta económica ante una crisis que arrastrará a la UE y la eurozona a la recesión este mismo año, se ha cerrado con una declaración que se limita a celebrar las medidas ya aprobadas y pedir a sus ministros de Economía y Finanzas (el Eurogrupo) presentar propuestas “en dos semanas”.
“Estas propuestas deberán tener en cuenta la naturaleza sin precedentes del choque del Covid-19 que afecta a todos nuestros países. Nuestra respuesta será incrementada, como sea necesario, con más acción de un modo inclusivo, a la vista de los acontecimientos, para dar una respuesta amplia”, dice el texto.
Los líderes comunitarios no han cerrado un acuerdo, por tanto, ni para la intervención del fondo de rescate de la eurozona, el Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE), ni para la emisión de “coronabonos”, deuda mutualizada de la Unión.
Se trata de las dos medidas fundamentales en torno a las que ha girado la discusión y que seguirán sobre la mesa en las deliberaciones del Eurogrupo.
"La puerta está abierta para debatir todas las posibilidades sobre la mesa", confirmó la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, preguntada sobre si los "coronabonos" habían sido definitivamente rechazados.
Fondo de rescate o “coronabonos”
El martes, el Eurogrupo había abogado por crear una línea de financiación específica para la pandemia canalizada por el MEDE, que cuenta con 410,000 millones de euros en capacidad de préstamo. Esta línea estaría abierta a todos los países y permitiría otorgar a los que lo solicitasen fondos por hasta el 2% de su PBI con ciertas condiciones.
Los ministros de Economía y Finanzas, sin embargo, dejaron la decisión final en manos de los líderes, que hoy se han mostrado divididos sobre si mencionar directamente al MEDE como la solución, según han mostrado los borradores de la declaración circulados durante la jornada.
Sobre la emisión de “coronabonos” ya fue imposible encontrar un acuerdo a nivel ministerial y no ha llegado a aparecer ni siquiera en los borradores.
Esta herramienta, similar a los “eurobonos” que se plantearon y descartaron como solución a la crisis de deuda en la eurozona en el 2011, es rechazada por Alemania, Holanda o Austria por suponer la mutualización de la deuda y sus riesgos entre los socios comunitarios.
Por el contrario, nueve países -España, Francia, Italia, Bélgica, Portugal, Irlanda, Grecia, Eslovenia y Luxemburgo- reclaman estas emisiones argumentando que esta crisis ha sido provocada por una causa externa y afecta a todos los países, lo que no fue el caso en el 2008.
Durante la cumbre, el presidente español, Pedro Sánchez, y el primer ministro italiano, Giuseppe Conte, se plantaron ante lo que consideraban un acuerdo falto de la ambición que requiere la crisis según los dos Estados más afectados por la misma.
“España junto con Italia y otros países exige un mandato claro al Eurogrupo y propuestas concretas de financiación a medio y largo plazo”, ha dicho el Gobierno español en un comunicado tras la reunión.
Conte había anunciado, con la conferencia aún en marcha, que pedían a sus homólogos presentar un plan conjunto en diez días. "Las consecuencias de coronavirus no deberían abordarse en los próximos meses, sino mañana por la mañana", ha dicho el mandatario italiano.
No parece, sin embargo, que los "coronabonos" vayan a ser parte del mismo.
La canciller alemana, Angela Merkel, aseguró tras la cumbre que los “coronabonos” no son una “opción compartida” por Alemania ni por otros países del bloque comunitario, e instó a “evaluar todos los instrumentos” con que ya cuenta la UE.
En la misma línea, el primer ministro holandés, Mark Rutte, dijo que hay que explotar primero las medidas "ya existentes", mientras que su homólogo austríaco, Sebastian Kurz, también contrario a la mutualización de deuda, dijo que el MEDE es "el instrumento adecuado".
Por lo demás, a la espera de un nuevo plan del Eurogrupo, los líderes saludan las medidas adoptadas por el Banco Central Europeo, la Comisión Europea y el Banco Europeo de Inversiones. Sobre este último, instan a explorar la posibilidad de aumentar su participación en la respuesta económica.
Al mismo tiempo, la UE incide en la necesidad de preparar la recuperación una vez pase la crisis sanitaria, una tarea que “requerirá una estrategia de salida coordinada, un plan de recuperación amplio e inversiones sin precedentes”, apuntan.
Los presidentes de Comisión y Consejo serán los encargados de elaborar un plan de acción para ello.
Al margen de la economía, sobre el cierre temporal de las fronteras exteriores de la UE a los viajes que no sean esenciales, los líderes dijeron que evaluarán la situación “a su debido momento” para decidir si lo prolongan y, por lo que respecta a las fronteras interiores que diferentes países han introducido temporalmente, pidieron gestionar de forma fluida el paso de personas y bienes.
También dicen que van a abordar con “con urgencia” la situación de los europeos bloqueados dentro o fuera de la UE que no pueden volver a sus países de origen.