Un total de 138 países, incluyendo al Perú, firmaron un nuevo acuerdo internacional en el marco de la OCDE mediante el cual se establece un nuevo impuesto a la renta de tercera categoría (empresarial) con una tasa de 15%, en un intento de garantizar igualdad de condiciones para todas las empresas a nivel internacional, evitando disparidad y posibles elusiones tributarias.
¿Qué significa esto? Que, no importa en qué país se opere, se entenderá que siempre debe pagar un impuesto empresarial con una tasa mínima de 15% por toda la renta que reciba afecta a este tributo.
El acuerdo ya viene generando críticas por parte de un grupo de expertos, quienes recalcan que este es antitécnico, pues el impuesto a la renta debe ser progresivo en base a la capacidad contributiva de las personas, por lo que no se debería poder imponer una tasa mínima mundial.
Cabe indicar que, según recalca Roberto Polo, profesor de la universidad del Pacifico, el Perú aún no tiene que cumplir con este acuerdo hasta que el mismo se formalice mediante una ley emitida por el Congreso.
“Además, como se ha dicho, en el Perú el impuesto a la renta empresarial es progresivo por contribuyente. No hay los llamados “taxation groups”, como en otros países, por lo que para implementar el acuerdo de la OECD se necestiría un cambio estructural grande”, recalca Polo.
Efecto práctico
Walker Villanueva, socio del estudio PPU, señala que, si una empresa con una matriz en un país signatario tiene una sucursal en otro territorio con una tasa del IR de tercera categoría menor a 15%, el país signatario podrá solicitar la diferencia que se debería haber pagado hasta llegar a ese 15% en ciertos supuestos.
“Si lo vemos desde el punto de vista del Perú, si en otro país se paga un impuesto a la renta con una tasa de 7%, luego en el Perú se debe pagar el 8% restante para llegar al 15% acordado. Esto elimina la posibilidad de que se estacionen utilidades en territorios donde no se pague esta tasa mínima”, explica Villanueva.
El abogado recalca que esta es una buena medida puesto que “no es razonable que se tribute un IR menor al 15%”.
Este compromiso forma parte de las 15 acciones que buscan que haya una tributación justa en cada país del mundo de la OECD.
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Impuesto a la economía digital
Los 138 países acordaron implementar nuevas medidas con relación a la tributación por parte de las empresas de economía digital.
Actualmente, la OCDE viene elaborando normas uniformes y coherentes a ser aplicadas en todos los países del mundo con relación a la economía digital, en aras de mejorar la interoperabilidad internacional de las empresas de este rubro.
“Las empresas digitales suelen ser globales y actúan en todo el mundo, por lo que no puede ser que tenga reglas diferentes en cada país. La idea es que haya las mismas reglas en todos los países”, señala Villanueva al respecto.
En ese sentido, para lograr esta normativa coherente, los 138 países señalaron que suspenderán la aplicación de todas las normas que graven tributariamente los negocios digitales hasta fines del 2024.
“Hoy cada país se está disparando por su lado según su propio entendimiento de lo que es la economía digital, que es lo que se busca evitar. En ese sentido, se ha establecido que, hasta que no haya el acuerdo global que busca la OCDE, esos impuestos se suspenden”, comenta Villanueva.
Al respecto, el secretario general de la OCDE, Mathias Cormann, señaló que lo acordado traerá estabilidad al sistema tributario internacional, haciéndolo más justo y simple en una economía cada vez más globalizada y digitalizada.
“El acuerdo al que hemos llegado prueba que, pese a los desafíos y compromisos en el camino, el dialogo multilateral funciona y puede llevar a resultados para enfrentar retos compartidos que requieren soluciones compartidas”, señaló al respecto.