Después de 20 años de membresía en la Organización Mundial del Comercio (OMC), China no ha logrado adoptar las reglas de la institución e incluso ha “amplificado” su enfoque estatal en la economía, causando daños a empresas y trabajadores de todo el mundo, lamentó el gobierno de Estados Unidos.
“China también tiene un largo historial de violar, ignorar y eludir las normas de la OMC para lograr sus objetivos de política industrial”, denunciaron en un informe al Congreso los servicios de la Representante Comercial de Estados Unidos (USTR), Katherine Tai, que también acusan a Pekín de incumplir los compromisos comerciales adquiridos en un acuerdo bilateral firmado con la administración anterior en enero del 2020.
La OMC, con sede en Ginebra (Suiza), busca hacer cumplir las reglas que gobiernan el comercio internacional, promoviendo especialmente la competencia justa y libre comercio.
Cuando China se unió en el 2001 a la organización, Pekín dijo que abrazaría esos principios, dijo Tai. “Pero en vez, China ha mantenido y amplificado su enfoque estatista de la economía y el comercio”, afirmó.
“Está claro que al seguir ese enfoque, las políticas y prácticas de China desafían la premisa de las reglas de la OMC y causan un serio daño a trabajadores y empresas alrededor del mundo”, añadió.
Estados Unidos ha denunciado durante años prácticas consideradas “desleales” de China, como sus subsidios a las empresas públicas.
Pekín también es señalado de robo de propiedad intelectual y de forzar la transferencia de capacidades y tecnología de empresas extranjeras a cambio de acceso a su enorme mercado.
La denuncia de esas prácticas estuvo en el inicio de la guerra comercial lanzada en el 2018 por el expresidente estadounidense Donald Trump contra el gigante asiático con la imposición de duros aranceles.
“Polifacético”
La USTR afirmó el miércoles que Estados Unidos también había presionado a China a cumplir con los compromisos bilaterales.
Pero el informe de 72 páginas detalla solo avances “aislados” y lamenta que las promesas de China de cambiar su enfoque han sido infructuosas.
Los compromisos adquiridos por Pekín en enero del 2020 como parte de la primera fase de un acuerdo bilateral concluido con el gobierno de Trump tampoco han sido respetado, señaló.
“China no ha implementado todavía algunos de los compromisos más significativos que hizo en el acuerdo de Fase Uno, como sus compromisos en el área de agricultura biotecnológica”, indica el informe.
También está lejos de cumplir sus promesas de compra de bienes y servicios estadounidenses en el 2020 y 2021.
Más allá, “la realidad es que este acuerdo no abordó de manera significativa las preocupaciones más fundamentales que tiene Estados Unidos con las políticas y prácticas estatistas de China y su efecto dañino en la economía estadounidense y en los trabajadores y empresas estadounidenses”, añadió el informe.
Washington incluye los sectores de acero, aluminio, energía solar y pesca entre los afectados por las prácticas chinas que considera injustas.
La USTR subrayó que Estados Unidos busca ahora un “enfoque estratégico polifacético”, al no abandonar las negociaciones, pero tampoco descartar medidas retaliatorias.
“China es un importante socio comercial, y cada vía para obtener un cambio real en su régimen económico y comercial debe ser usada”, indicó.