La palta, el segundo principal producto de agroexportación del Perú actualmente, fue afectada este año en su volumen de producción a causa de factores climáticos adversos, los mismos que podrían mantenerse al menos hasta el primer bimestre del 2025, según pronósticos del Senamhi.
Hasta fines de setiembre (y próximo al cierre de campaña en octubre), se habían exportado cerca de 587,000 toneladas de esta fruta fresca, lo que significó una contracción del 9% en volumen respecto al mismo periodo del 2023, según Fresh Fruit.
Sin embargo, esa merma -refirieron- fue compensada porque esa cantidad embarcada alcanzó un monto de US$1,260 millones, un valor que fue superior en 23% en comparación a lo exportado en el año previo.
El precio fue clave para que la campaña pudiera revertir de forma positiva la caída del volumen, obteniendo un promedio cercano a los US$ 2.15 por kilogramo, 34% mayor que en la campaña anterior, detalla esa entidad especializada.
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¿Qué se espera para el 2025?
Para el 2025, en su Marco Macroeconómico Multianual 2025-2028, el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) estimó que el sector agrícola crecería un 3.0%, por una recuperación significativa de productos de agroexportación, entre otros, de arándanos y paltas, debido a mayores rendimientos esperados en sus cultivos (que el 2024).
Sin embargo, en el caso de la palta, los pronósticos de riesgo agroclimático para su siembra que elaboró el Senamhi, al menos hasta el primer bimestre del 2025, no son tan auspiciosos en las principales zonas productoras.
En los departamentos de Lambayeque y La Libertad, para el trimestre diciembre 2024 a febrero 2025, el Senamhi prevé temperaturas máximas entre normales a superiores a lo normal, mientras que las temperaturas mínimas se mantendrían en torno a su variabilidad climática normal. Se añade que las precipitaciones serían inferiores a sus normales.
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Impacto en zonas de riego regulado
Estas condiciones térmicas previstas propiciarían el avance de la fructificación del palto Hass. Sin embargo, observaron que la demanda hídrica se incrementaría significativamente, ya que las plantaciones requerirán una mayor frecuencia y volumen de riego para garantizar un adecuado llenado de los frutos (calibre).
Este panorama -advirtió- podría afectar, especialmente, a plantaciones dependientes de riego regulado por la deficiencia de precipitaciones que se vienen presentando en la sierra norte occidental.
Por otro lado, las condiciones diurnas ligeramente cálidas podrían propiciar condiciones para la presencia de plagas como la mosca blanca, el ácaro marrón y las queresas; por lo que el nivel de riesgo agroclimático estimado sería medio durante el trimestre.
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Por zonas
En la costa central y sur, el Senamhi estima un nivel de riesgo agroclimático de bajo a medio, debido a la prevalencia de temperaturas diurnas y nocturnas ligeramente cálidas propias del inicio de la estación de verano, lo que favorecería el crecimiento y maduración de frutos.
Sin embargo, en zonas próximas al litoral de la costa central, la prevalencia de alta humedad ambiental con presencia de lloviznas sería propicia para la incidencia de enfermedades fungosas como la antracnosis, entre otros que afectarían la calidad del fruto, detalló.
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Para la sierra central, durante los meses de diciembre a febrero, se esperarían lluvias dentro de lo habitual, garantizando el suministro hídrico para las plantaciones que se encuentran en pleno llenado de frutos y propiciaría una maduración uniforme.
Sin embargo, añadieron, las condiciones de humedad y temperaturas diurnas cálidas podrían ocasionar la incidencia de problemas fitosanitarios, lo que afectaría, principalmente, la calidad del fruto.
En la sierra sur, el Senamhi refirió que no se descartaría el incremento de la incidencia de plagas, tales como las queresas, la arañita roja y la mosca blanca, que afectarían el normal desarrollo de las plantaciones.
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Desafíos para los productores
Según José Antonio Castro, presidente de ProHass, el impacto climático en el comportamiento y productividad de los campos resulta (aún) en un desafío, al que se suman otros que afectan las exportaciones de palta en el país.
Esos otros desafíos, indicó a Portal Frutícola, son las restricciones en el uso de insumos para controlar plagas y enfermedades, al que se suma los costos de producción, las presiones sanitarias, así como las tarifas navieras, las limitaciones logísticas internacionales, entre otros.
Castro refirió que un reto no menor es la concentración de nuestra oferta durante algunas semanas del año, que impacta negativamente en los precios.
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Comunicador social. Estudió en la Escuela de Comunicación Social de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, e Inglés en la PUCP. Diplomado en Economía y Finanzas en la Universidad de Esan.
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