A pesar de que la sequía continúa en diversas regiones altoandinas y del sur del país, y se podría agudizar en el verano con el fenómeno de El Niño global, no hay riesgo para el suministro de agua para Lima y Callao para el corto plazo. Sin embargo, para el largo plazo la situación es distinta.
Esto último lo observó el presidente de la Superintendencia Nacional de Servicios de Saneamiento (Sunass), Mauro Gutiérrez, quien explicó a Gestión la situación de las inversiones en el sector saneamiento, la contribución de las tarifas, los próximos planes para sus ajustes a nivel nacional, y la necesidad de incorporar más inversión bajo otros esquemas con participación pública y privada.
Gutierrez indicó que se debe evaluar las necesidades de inversión en saneamiento, tanto a corto plazo como a largo plazo, considerando no solo los impactos de fenómenos El Niño en el suministro, sino (de forma integral) los efectos que puede traer el cambio climático.
“El cambio climático trasciende a El Niño, es una realidad que nos afecta y hace que, más allá que un año llueva más o menos, las fuentes de agua disminuyen. Además, con el crecimiento poblacional, tendremos aún menor oferta, pero mayor demanda de agua”, avizoró.
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¿Habrá racionamiento?
En el caso de Lima, indicó, en el corto plazo, no se prevé un riesgo de racionamiento, pues Sedapal ha declarado que tienen una reserva importante en la laguna de Huascacocha, que va a permitir abastecer la demanda en la capital durante el 2024.
Al respecto, según el Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología del Perú (Senamhi), el Sistema de Lagunas (en las zonas altas del departamento de Lima) registraba 200 millones de metros cúbicos (m3), un 55.4% de su capacidad total (361.4 millones de m3), mientras su pronóstico es de lluvias sobre lo normal en la sierra central.
Sin embargo, Gutiérrez indicó que, a largo plazo, por el cambio climático, las fuentes de agua por ejemplo en la cuenca central (que alimentan al sistema de Sedapal para Lima y Callao), se podrían reducir entre un 15% a un 20% entre los años 2040 y 2060.
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Estudios tarifarios
Mientras la oferta de agua se podría mermar, con la creciente demanda la brecha de inversiones en saneamiento al 2030 alcanzará los S/120,000 millones. Pero, con las tarifas a nivel nacional, la recaudación alcanza a solo S/4,000 millones cada cinco años.
Para el 2023, por ejemplo, según Sunass, tiene prevista la aprobación de 13 estudios tarifarios para igual cantidad de empresas de servicios de saneamiento (EPS), entre ellas Seda Huánuco, Sedam Huancayo y Empssapal, Epssmu. También está Seda Chimbote, Emapica, Mantaro, Marañón, Emapisco, Emapavigs, Emapacop y EPS Tacna.
Para el 2024, su proyección es la aprobación de estudios tarifarios de otras 13 EPS, como son Epsel, EPS Ilo, EPS Aguas de Lima Norte, EPS Emaq, EPS Emapa Cañete, entre otras.
El caso de Sedapal
Gutierrez comentó que las necesidades de inversión en agua y desagüe de Lima, según Sedapal, alcanzan los S/10,000 millones para el quinquenio, pero la mayor parte de sus proyectos, más allá de anuncios, no tienen mayor avance sustentado en estudios.
Para el 2024, por ejemplo, refirió que se tiene previsto un incremento en sus tarifas de 8.4% (por la aplicación de su plan quinquenal tarifario que empezó el 2022), pero sobre la base del cumplimiento de metas de gestión que Sunass supervisa en este año.
“Se cree que el incremento es independiente del cumplimiento de metas. Pero, esas metas se tienen que evaluar este año para que el ajuste se aplique el año siguiente”, subrayó el presidente del organismo regulador. Según esa entidad supervisora, en el 2023 no se ha programado ajustes tarifarios, ni por inflación.
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Sin mayor sustento
El presidente de Sunass refirió que, hasta ahora, de la cartera con planes de inversión prevista por Sedapal por S/10,000 millones, solo sustentó un proyecto, como es el de Nueva Rinconada (para mejorar el servicio en San Juan de Miraflores y Villa María del Triunfo), y que se incorporaría en la tarifa después del 2024.
No obstante, refirió que hasta ahora Sunass no recibe solicitud para la incorporación de tarifas incrementales para el proyecto de Obras de Cabecera para Abastecimiento para Lima y Callao, para traer más agua a la capital (que ProInversión prevé adjudicar en el tercer trimestre del 2024).
Refirió que para que Sunass reconozca un proyecto cuyo costo será reconocido por las tarifas, el mismo debe tener, un grado de maduración mínimo como perfil, e identificado en el Sistema de Inversión Pública.
“Según nuestros mecanismos, la tarifa (incremental) se hace sobre proyectos que tienen alta probabilidad de ejecución porque, en caso contrario, lo que estaríamos haciendo es cobrando por algo que no está”, puntualizó.
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Descalce entre oferta y demanda
El titular de Sunass concluyó que, si se mantiene la situación actual (con poca oferta de ampliación de servicios) es evidente que va a haber un descalce (entre menor oferta y mayor demanda) no solo para el caso de Sedapal, sino de las principales ciudades.
“Creemos que debe haber una forma de acelerar los planes de inversión (en saneamiento), el problema son las etapas previas de aprobación de proyectos. Un proyecto de inversión convencional demora diez años en el sector público”, advirtió.
En tal sentido, concluyó en que se necesita una planificación de largo plazo y usar todos los insumos para acortar la brecha, sea a través de Obras por Impuestos (OxI), Asociación Público Privadas (APP), obras públicas financiadas con tarifas, o directamente con recursos ordinarios del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF).
Comunicador social. Estudió en la Escuela de Comunicación Social de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, e Inglés en la PUCP.