En lo que va del 2023 (entre el 1 de enero al 10 de marzo) la demanda de energía eléctrica se incrementó en 3.52% en el Sistema Eléctrico Interconectado Nacional (SEIN), y, a diferencia del 2022, esa mayor demanda está siendo atendida por más generación hidroeléctrica.
Cabe señalar que, debido a la sequía que azotó la mayor parte del 2022, como consecuencia de los tres años consecutivos del Fenómeno de La Niña, la generación hidráulica cayó en 7% ese año (al producirse 29,740 gigavatios por hora - GWh).
En cambio, la producción con centrales térmicas a gas natural el año pasado se incrementó en 19% (produciéndose 25,334 GWh), pero lo que más creció fue el empleo de plantas termoeléctrica a diésel, en 34% (1,238 GWh).
¿Cómo evolucionó la generación según fuentes?
De esa forma, la generación térmica (gas, diésel y otros combustibles) el 2022 pasó a constituirse en más de la mitad (55%) del principal recurso para producir electricidad, mientras que las centrales hidráulicas pasaron a constituir el 41%. El 4% restante eran eólicas y solares.
Es preciso indicar que el empleo de diésel para producir electricidad, al tratarse de un derivado del petróleo que hoy incluso se encuentra más caro que las gasolinas, a su vez incrementó los precios de la energía a los clientes no regulados (libres) a fin de año.
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Ahora, según el Comité de Operación Económica del Sistema Eléctrico Interconectado (COES), del 1 de enero al 10 de marzo de este año, la generación con hidroeléctricas se ha recuperado, representando el 60.43% de la producción eléctrica local, mientras la generación térmica retrocedió al 35.6% (como es la proporción en años normales) y el diésel también se contrajo (representa ahora el 0.09%).
Riesgo se incrementa para hidráulicas
Tal recuperación coincide con la finalización de la sequía a fines de año y el inicio de la temporada de lluvias este 2023, aunque la ocurrencia ahora de precipitaciones pluviales sobre lo normal, causado por la presencia de aguas cálidas (que propiciaron el ciclón Yaku y la posible ocurrencia del Fenómeno de El Niño), amenazan la generación hidroeléctrica.
Así se desprende de información que dio a Gestión el presidente del COES, César Butrón, quien explicó que el incremento de la presencia de sólidos en suspensión (hierba, maderos, desechos, etc. a causa de las intensas lluvias) en los ríos que mueven las hidroeléctricas están afectando su operación.
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Citó por ejemplo que la hidroeléctrica de Quitaracsa (en Áncash, cerca de la central del Cañón del Pato) ha sufrido el derrumbe de un cerro, que impide el acceso a dicha planta, por lo que se tuvo que evacuar a sus trabajadores en helicópteros, con lo cual dicha central quedó parada.
Esto ha motivado que centrales de ese tipo hayan reducido su producción en conjunto en cerca de 500 megavatios por hora (Mw), de forma que, si alguna otra central importante deja de producir, se tendría que recurrir (nuevamente) a la generación con diésel, indicó Butrón.
“En condiciones normales tenemos suficiente reserva (capacidad instalada no usada) para soportar esta reducción sin recurrir al diésel; pero (hoy) si falla una unidad grande del sistema, cualquier central térmica o hidroeléctrica como Mantaro o Cerro del Águila o las hidroeléctricas del sur, sí estaríamos recurriendo a diésel.”, aseveró.
Transmisión sin problemas
No obstante, el presidente del COES refirió que, afortunadamente, las intensas lluvias que azotan el norte y centro del país no han afectado las líneas de transmisión eléctrica troncal, debido a que las empresas transmisoras ya habían reubicado las torres de alta tensión de las zonas de quebradas que se podrían activar con las lluvias.
En tal sentido, indicó que si bien hay cientos de zonas del interior del país donde se ha suspendido el servicio eléctrico, ello no ha ocurrido por alguna falla en los sistemas de generación ni transmisión en alta tensión, sino en el ámbito de las empresas distribuidoras de la electricidad.
Butrón refirió que los cortes de electricidad en las zonas antes citadas se dan sobre todo en aquellas donde aún se registran inundaciones y aniegos, y donde las tomas de corriente aún permanecen bajo el agua, lo que podría conllevar a accidentes si se reanuda el servicio eléctrico.
Gestión consultó al Osinergmin sobre la cantidad de localidades que se han quedado sin suministro eléctrico a causa de las inundaciones, pero la entidad aseguró que todavía no cuenta con información disponible, ya que sus técnicos todavía están realizando suprevisiones en el campo.