El Banco Central de Reserva (BCR) publicó los indicadores económicos del segundo trimestre, confirmándose una caída de 0.5% interanual del Producto Bruto Interno (PBI), en línea con el estimado de Scotiabank.
La caída de la demanda interna en dicho periodo fue de 3%, mayor a la esperada y al -1.8% del primer trimestre, pero parte importante de ese retroceso obedeció a la volátil variación de inventarios, señala el banco.
“Un hecho que nos llamó la atención fue el crecimiento del PBI desestacionalizado de 1.3% en el 2T23 (segundo trimestre) respecto al 1T23. Si bien la actividad económica había sido severamente afectada en el 1T23 debido a los conflictos sociales y al ciclón Yaku, lo que otorga una baja base de comparación, durante el 2T23 se evidenciaron los efectos del Fenómeno El Niño Costero, en especial en los sectores pesca y agropecuario, por lo que esperábamos un crecimiento de alrededor de 0% respecto al 1T23″, detalla.
“Ya sea que la economía cayó ligeramente en términos interanuales o que creció levemente respecto al trimestre previo, lo cierto es que percibimos una sensación de estancamiento durante el segundo trimestre del año”, expresa.
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Sostiene que la evolución de los componentes de la demanda interna no trajo mayores sorpresas, pues la inversión privada, con una caída de 8.3% en el segundo trimestre, continuó con su evolución negativa afectada por la caída de las expectativas empresariales; mientras que el consumo privado, que avanzó solo 0.4%, siguió con su escaso dinamismo ante la ralentización del empleo y el deterioro del poder adquisitivo debido a la aún elevada inflación, refiere el banco.
Para el tercer trimestre del año, proyecta que continuará el gradual proceso de reactivación de la economía peruana, con un crecimiento del PBI de alrededor de 1%. Tal estimación es menos optimista que la del BCR, que proyecta un incremento de 2% para ese periodo.
Scotiabank indica que la desaceleración más acentuada de la inflación favorecería la recuperación gradual del consumo privado; mientras que la evolución positiva de las importaciones de bienes de capital -a partir de mayo- y la gradual recuperación del consumo local de cemento -desde junio- anticipan un menor ritmo de caída de la inversión privada no minera.
“Además, proyectamos una mayor ejecución del gasto público en el 3T23 (tercer trimestre), en particular los montos asignados a las obras de prevención ante la inminente llegada del Fenómeno El Niño Global, así como las partidas destinadas a la reactivación de la economía a través del programa Con Punche Perú, lo que permitiría un mayor dinamismo del consumo e inversión pública”, vislumbra.
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