Los salones de belleza en el país se han estancado en un nivel de reactivación de 60%, y el principal obstáculo es el aforo permitido en sus instalaciones que no ha tenido mayores cambios desde el reinicio de actividades, indicó la Asociación Peruana de Empresarios de la Belleza (APEB).
La presidenta de APEB, Rebeca Antezana, señaló que actualmente se les tiene permitido trabajar al 60% de aforo, un nivel que considera bajo a pesar de que el 100% de los trabajadores ya cuenta con ambas dosis de la vacuna para el COVID-19 y en proceso de completar una tercera. Además de realizar otras medidas de bioseguridad como reserva de citas para atención y desinfección de local.
“Los salones de belleza que representamos ya no cuentan con una sala de espera como era antes de la pandemia, se deben hacer citas y solicitamos el carné de vacunación al ingresar. No estamos en contra de tomar acciones frente a la pandemia, pero nos parece injusto que no cambien el aforo desde hace bastante tiempo y que además el gobierno no acepte nuestras solicitudes para una reunión”, sostuvo a Gestión.pe.
Otro factor que se suma a la dificultad de reactivación es la poca afluencia de público en los meses de enero y febrero. Según Antezana, pese a que ya se estaría retornando a la semipresencialidad, los clientes siguen optando por acudir a atenciones necesarias como recorte de cabello o retoque de tiente, dejando de lado las visitas por satisfacción personal.
Esto también ha generado que las peluquerías reduzcan a la mitad el stock de productos que compraban para atender a los clientes. Una peluquería de mayor tamaño podía solicitar a su proveedor un stock valorizado en S/ 40,000, pero ahora solo se permiten uno de S/ 20,000 y las de menor tamaño piden uno de S/ 10,000.
Deudas de alquiler en cuotas
Los salones de belleza lograron renegociar las deudas por pago de alquiler en cuotas a plazo de un año o seis meses, luego de que los arrendadores retomaran los precios de prepandemia. Actualmente se paga el mes de alquiler más una cuota.
Cabe resaltar que los alquileres se manejan en dólares y varían de acuerdo al tamaño y ubicación según distrito. Un salón pequeño en San Isidro o San Borja no baja de US$ 700 y los de mayor tamaño van desde los US$ 1,000 a US$ 5,000.