La minera Antamina, la mayor productora de cobre de Perú controlada por Glencore y BHP Billiton, informó que manifestantes bloquearon una carretera usada por la compañía, en la última de una serie de protestas contra importantes yacimientos desde que Pedro Castillo asumió al poder.
A este conflicto se suman también el bloqueo de una vía que afecta desde la semana pasada a la cuprífera Las Bambas, de la china MMG Ltd; y la protesta de comunidades desde el lunes contra Constancia de Hudbay Minerals.
La mina de cobre Antapaccay, de Glencore, había enfrentado a inicios de octubre un bloqueo, que fue suspendido tras acordar con las comunidades vecinas el inicio de una “nueva etapa” de diálogo para atender sus demandas.
Estas cuatro minas representan poco más del 40% de la producción de cobre de Perú, el segundo mayor productor mundial del metal rojo, según el Ministerio de Energía y Minas (Minem).
Las protestas subrayan las expectativas que el presidente Castillo, tras llegar al poder con un abrumador apoyo de los residentes cercanos a las regiones mineras, ha generado entre las comunidades que dicen que aún no se benefician de la explotación de los recursos naturales de Perú.
“Rechazamos que grupos minoritarios pretendan institucionalizar la acción violenta e ilegal como mecanismo de presión, atentando contra el Estado de Derecho y la paz social que necesitamos”, dijo Pablo de la Flor, director ejecutivo de la Sociedad Nacional de Minería, Petróleo y Energía (SNMPE).
Antamina informó que manifestantes habían bloqueado una carretera a 60 kilómetros de la mina ubicada en la región de Ancash, alegando que la empresa no había cumplido con ciertos compromisos sociales, lo que la mina niega.
“Antamina invoca a las autoridades regionales y nacionales a que nos ayuden a retomar el diálogo en un clima de paz social y entendimiento recíproco”, dijo la firma en un comunicado.
Si bien no se espera que el bloqueo afecte la producción de Antamina que usa un mineroducto para transportar cobre desde los Andes hasta la costa, la protesta representa solo la última queja de las comunidades contra las grandes mineras.
En la protesta contra Las Bambas las comunidades han bloqueado el llamado “corredor minero” ubicado en la región de Apurímac, en el sur del país, y exigen la presencia de Castillo para negociar un trato con la empresa.
En la mina Constancia de Hudbay Mineral, las comunidades de la provincia Chumbivilcas en Cusco -vecina de Apurimac- demandan atención del gobierno y la defensa de sus “derechos colectivos y ambientales” frente a la empresa, según la ONG antiminera Observatorio de Conflictos Mineros.