Una cadena de suministro frágil, a la que se suman tensiones geopolíticas, puede complicar la prevista expansión de la producción de baterías para vehículos eléctricos (EV), dijo el lunes en un reporte S&P Global Mobility.
El proveedor de información de la industria automotriz dijo que las aspiraciones de ventas de los fabricantes de baterías para vehículos híbridos y eléctricos -con equipos originales- hallarán fuertes obstáculos, en medio de una batalla por conseguir materias primas.
La demanda anual del mercado de baterías de iones de litio se espera en alrededor de 3,4 teravatios hora (TWh) para el 2030, según el reporte.
S&P Global Mobility también dijo que los precios altísimos de los metales clave para elaborar las baterías amenazan los márgenes de ganancias de proveedores y fabricantes de automóviles, y añadió que los problemas relacionados con la producción de estos insumos esenciales elevan los precios.
“Elementos como el litio, el níquel y el cobalto no aparecen mágicamente y se transforman en baterías para vehículos eléctricos y otros componentes”, dijo Graham Evans, director de tecnología y cadena de suministro del sector automotriz de S&P Global Mobility.
Los pasos intermedios entre la excavación de los elementos y el ensamblaje final representan un cuello de botella particular, agregó.
Reuters informó a principios del mes que los principales fabricantes de autos del mundo planean gastar casi 1,2 billones de dólares hasta el 2030 para desarrollar y producir millones de vehículos eléctricos, junto con las baterías y materias primas.
“Alcanzar sus objetivos de volumen requerirá una curva de crecimiento empinada para una industria floreciente”, dijo el informe.
Tesla Inc., líder en el sector de vehículos eléctricos, necesitará unas 139,000 toneladas métricas de níquel hacia el 2030.