El jueves 25 se aprobó, en el pleno del Congreso, el proyecto de Ley de Presupuesto del Sector Público para el Año Fiscal 2022, tras más de tres días de debate, en donde uno de los puntos a destacar es el aumento en el pago del servicio de deuda pública (contempla interna y externa) en alrededor de S/ 6,883 millones respecto a lo que se tiene presupuestado para este año.
Este aumento representa un salto de 42.8%, pues se pasaría de un presupuesto de S/ 16,070 millones (presupuesto inicial modificado del 2021) a S/ 22,953 millones en el 2022. Respecto a su presupuesto al inicio del año, el crecimiento fue de 43.7% (presupuesto inicial de apertura es de S/ 15,966 millones).
Este monto significa el 11.7% de lo presupuestado para el siguiente año, el cual sugiere un aumento de alrededor de 4.6 puntos porcentuales respecto a su representación en el 2021 (7.1%) y de tres puntos porcentuales si se compara con lo presupuestado al inicio del año.
Según el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), corresponde al gobierno nacional S/ 22,188 millones, y, se incluye S/ 291 millones y S/ 474 millones por el servicio de la deuda de los gobiernos regionales y locales, respectivamente. Cabe resaltar que el gasto del servicio de la deuda pública a cargo del MEF asciende a S/ 21,495 millones.
El economista jefe del BBVA Research, Hugo Perea, mencionó que, dado que el próximo año, la deuda va a “pesar” más, se tendrá que hacer un mayor esfuerzo como sociedad para cumplir con las obligaciones de endeudamiento, dejando menos espacio para destinar recursos a inversión pública, la cual es la típica variable que se ajusta cuando hay presiones por el lado de la deuda.
“Es cierto que los ingresos tributarios se están recuperando producto de un mejor desempeño de la economía y también por los ingresos de las actividades extractivas en un marco de precios altos de los metales, pero eso no es algo estructural sino transitorio y hay que administrarlo de esta forma, no en transferencias muchas veces mal enfocadas”, indicó.
Perea precisó que, si bien el nivel de deuda pública actual (alrededor del 35% del PBI) es controlable por el tamaño de la economía peruana, la preocupación es que esta mantenga una trayectoria creciente y no se estabilice al menos a niveles de alrededor de 40% para luego empezar a reducirse.
Todo ello, en un entorno de crecimiento bajo para el próximo año, la cual es proyectado por el Banco Central Reserva (BCR) en 3.4% y en 2.3% por el BBVA Research. A la par de una inversión privada que no crecería (estimado del BCR) o cayendo en 9.7% (BBVA Research).
“Ya se está viendo como hay una mayor proporción dentro del presupuesto dirigido al servicio de la deuda. Lo que se percibe es que en un escenario sin medidas para incrementar los ingresos del gobierno y en el que no haya mucha contención del gasto público, entonces la trayectoria de la deuda pública sería creciente en los últimos años. Por ahora proyectamos que tome una tendencia al alza, cuando lo ideal es que empiece a estabilizarse”, manifestó.
Desglose del presupuesto
El presupuesto total aumentó en 7.6% respecto al del inicio del presente año, pasando de S/ 183,030 millones a S/ 197,002 millones. Si se ve por tipo de gasto (ver gráficos), es el concepto de planillas (39.7%) el que tiene mayor representación del presupuesto, seguido de inversiones y otros gastos de capital (23.7%), pago de servicios y compra de bienes (13.3%), pago de la deuda (11.7%), otros gastos corrientes (7.3%) y reserva de contingencias (4.4%).
Cabe resaltar que el rubro “otros gastos corrientes” incluye donaciones, transferencias, subvenciones, subsidios y pago de obligaciones legales y administrativas.
Sobre calidad de gasto
Según Silvana Huanqui, docente de gestión pública de la Universidad del Pacífico (UP), lograr un sistema de incentivos con el fin de incrementar la calidad de gasto es clave para hacer que el uso de recursos sea eficiente.
“No se puede enfocar solo en mover la aguja en proyectos de corto plazo, sino que debe haber foco en el aumento de productividad e impacto social. El fin último de la inversión es mejorar las capacidades y productividad, no mejorar la demanda, aunque este es un efecto importante. No se debe perder de vista en qué se está gastando y para qué se está gastando”, indicó Huanqui.
Añadió que sería ideal tener un observatorio de seguimiento a los proyectos sobre todo a los de mayor envergadura, pues muchos de estos están paralizados. “Tenemos una cartera enorme de proyectos paralizados por miles de millones, esto es prioridad antes de ejecutar nuevos proyectos”, manifestó.