Las tarifas de luz volvieron a subir en este mes para el mercado regulado (5.6% a comercios e industrias y 4.8% al consumo doméstico), y si bien tal ajuste no alcanza a los clientes libres (grandes consumidores no regulados), estos últimos también pueden comenzar a ver alzas en sus pagos por la electricidad, según advirtió César Butrón, presidente del el COES.
Hoy, la mitad del consumo eléctrico está explicado por el mercado regulado: 7 millones de usuarios con tarifas fijadas por Osinergmin. La otra mitad la conforman más de 2,500 grandes consumidores que negocian sus precios de la electricidad directamente con generadoras o distribuidoras.
Mayor costo
Butrón explicó que el factor que puede llevar a incrementar el pago por parte de los usuarios libres es el hecho que el costo marginal en el mercado eléctrico de corto plazo (que es donde generadoras y distribuidoras venden y compran excedentes de energía no contratada) ha subido desde los US$10 por megavatio hora (MWh)-en que se mantenía en promedio anteriormente- hasta US$ 30.
La razón de ese incremento del costo, según indicó, es la aplicación del nuevo procedimiento para la determinación de los costos de la generación con gas natural, en cumplimiento de una sentencia de la Corte Suprema. Tal procedimiento, como hemos informado, se empezó a aplicar desde julio último.
Precios de la energía
Vale indicar que, hasta antes de la mencionada variación, era conocido que algunas generadoras y distribuidoras podían comprar la energía en ese mercado de corto plazo (spot) entre US$ 6 y US$ 10 por MW y lo vendían, por ejemplo, a US$ 24 a algunos clientes libres.
Butrón observó que como las generadoras ya no pueden vender la energía (a precio) tan bajo como estaban vendiendo (hasta ahora), los clientes libres van a ver cambios en sus precios, conforme vayan venciendo los plazos de sus actuales contratos, o si es que tienen cláusulas de resolución.
Nuevos precios
Sobre el tema, Enerkory, consultora en temas energéticos, señaló que si hasta hace poco algunas generadoras aún ofrecían contratos de compra venta de energía a US$ 24 por MWh a clientes libres, ahora los han elevado a US$ 28, es decir 16.6% más caros.
En general, los nuevos contratos a los clientes libres podrían sufrir incrementos de entre 15 y 20%, dependiendo del volumen de la energía contratada o del tamaño de las empresas, según estimó Rafael Laca, especialista de la citada consultora.
Si son grandes consumidores, por ejemplo compañías mineras, es posible que no vean variaciones, pues suelen tener contratos de largo plazo (5 a 10 años), pero si se trata de empresas de menor tamaño, es posible que sean afectadas por estos ajustes, anotó.
Industriales
Sobre el tema, Marco Mejía, presidente de la Comisión de Energía de la SNI, señaló que, en efecto, el aumento de los costos marginales en el mercado mayorista de la electricidad está perjudicando al sector productivo que trata de recuperarse de la crisis.
A pesar de ello, indicó que los precios en ese mercado mayorista son menores a los afrontados por los regulados, por lo que planteó que se permita a mayor cantidad de pequeñas empresas acceder también a ese mercado libre.
La demanda de electricidad en el país aún sigue débil
Para el presente año, el COES (Comité de Operación Económica del Sistema Eléctrico Interconectado Nacional) ha previsto que la demanda de electricidad tendrá un aumento de solo 2.8% en comparación con lo consumido en el 2019, y para el 2022 sus perspectivas no son más auspiciosas.
El presidente del COES, César Butrón, señaló que -para efectos de calcular la demanda eléctrica- para el 2022, “como proyectos importantes de inversión, no hemos considerado ninguno, por lo cual no va a variar mucho (la proyección que harán de la demanda para ese año)”.
Por su parte, Arturo Vásquez, exviceministro de Energía y exfuncionario de Osinergmin, señaló que, si bien la producción eléctrica llega a los 6,500 MWh, no está todavía al mismo nivel que la prepandemia, porque no se han terminado de reactivar todas las actividades económicas. En ese sentido, calculó que este año la demanda de la energía podría crecer no más del 2%.