El kilogramo de ajo en los mercados mayoristas de Lima bajó a S/ 15.75 ayer, según data del Ministerio de Desarrollo Agrario y Riego (Midagri), luego de haber superado los S/ 30.00 en las primeras semanas de agosto. Sin embargo, el precio minorista aún no se normaliza en la capital.
En los mercados minoristas, el ajo llegó a costar más de S/ 40.00 y, si bien ya registró una ligera reducción, actualmente aún supera los S/ 39.00 en el promedio del mes.
Al respecto, Christian Garay, viceministro de Políticas y Supervisión del Desarrollo Agrario del Midagri, señaló que no hay una justificación para esta diferencia de precios entre mayoristas y minoristas, por lo que esto podría estar relacionado a “un aprovechamiento de algunos comerciantes”.
“Ya hace 20 días que el precio ha comenzado a registrar una reversión de su tendencia alcista. Nadie te puede decir que 20 días tiene almacenado el producto que compró en el período que estaba más alto, no es justificable, o sea, se están aprovechando los malos comerciantes justamente al mantenerse con esos precios elevados”, comentó al ser consultado por Gestión.
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La tendencia de los precios
En el promedio del mes, el portal del Midagri indica que el ajo ha registrado un precio de S/ 39.42 por kilogramo. Si lo comparamos con los meses previos, el precio promedio es S/ 13.98 más de lo que se veía en julio (S/ 25.44) y cerca de S/ 17 por encima de junio (S/ 22.14). Incluso si lo revisamos frente al precio observado en enero (S/ 16.43), la diferencia es de S/ 23 en los minoristas.
En tanto, en los centros de abasto mayoristas el precio actual está más cerca del costo promedio que se tenía en julio, cuando el kilogramo de ajo se vendía a S/ 14.19.
“Más allá de los márgenes que puede haber, la tendencia debería seguir, ya debería haberse normalizado. No se puede permitir que esto no se sincere entre los comerciantes”, dijo el viceministro de Políticas y Supervisión del Desarrollo Agrario del Midagri.
Garay precisó que, en los mercados mayoristas, la oferta de ajo procedente de Arequipa ya ha permitido normalizar los stocks que están por encima del 80%, tras la reducción de producción que explicó el alza inicial.
Como se recuerda, las siembras de ajo se había visto impactadas por las condiciones climáticas adversas, las sequías y el déficit de lluvias en la zona sur del país. Solo durante la campaña agrícola 2023/2024, las áreas sembradas se han reducido en 38% respecto a la campaña anterior.
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