La línea promedio otorgada por los bancos especializados en créditos de consumo (S/ 6,196) es de alrededor del 25% de los bancos grandes (S/ 24,497). ¿A qué responde esto?
“El público masivo de las tarjetas de bancos retail (Falabella, Ripley, Cencosud, Oh! y Única) es el que tiene menos ingresos. Incluso los requisitos de estas tarjetas son mucho más laxos que los de los bancos grandes. En cambio, los bancos grandes tienen promedios de sueldos más grandes y, por lo tanto, las líneas de crédito son mucho mayores”, explica el profesor de Pacífico Business School, Jorge Carrillo Acosta.
La banca retail se centra en líneas muy pequeñas a gente que no necesariamente tiene buenos antecedentes crediticios para poder darle mayor incentivo al crédito. La banca grande, en cambio, no tiene ese tipo de productos. Es más selectiva. “Una persona bien educada financieramente puede tener una línea de crédito en un banco importante y una línea retail chiquita que la usa para aprovechar una que otra oferta”, indica el profesor.
La desaceleración económica ha aumentado ligeramente la morosidad en tarjetas. “Entonces, los bancos están más cautos. Prefieren darle más línea de crédito a un buen cliente y más bien cortarle un poco la línea a los clientes que no han demostrado ser tan responsables”, explica Carrillo Acosta.
El profesor de Pacífico Business School revela que los bancos están comprando mucha tecnología de riesgo para, a partir del comportamiento de los clientes en el sistema financiero, determinar si uno tiene buena o mala capacidad de pago.
“Pero, por otro lado, los bancos tienen un montón de liquidez porque las grandes corporaciones ya no están sacando créditos debido a la desaceleración económica, y coyuntura política e internacional. Entonces, los bancos mejoran su tecnología crediticia, es más seguro y apunta a los peces gordos, a los que van a pagar puntualmente”, subraya.
Si se reactiva la economía, probablemente se acorte un poco “la emoción de los bancos de prestar a los buenos pagadores”, dice Carrillo Acosta.