Atribuya el cauteloso optimismo que se mostró en el principal evento minero del Perú a tres factores principales: la relajación de las restricciones de la pandemia, el auspicioso panorama a largo plazo del cobre y un economista sexagenario.
Se estima que unas 50,000 personas asistieron a la feria Perumin esta semana en Arequipa, una pintoresca pero concurrida ciudad rodeada de gigantescos depósitos de cobre.
Entre ellos hay altos ejecutivos, que tienen motivos para estar estresados dada la vertiginosa volatilidad en los mercados financieros, la agitación política local y un malestar social que hizo que Perú cayera al último lugar en un nuevo índice de competitividad de países mineros. Pero, aunque los asistentes, en su mayoría sin cubrebocas, están atentos a la crisis actual, parecen bastante optimistas sobre el futuro.
Parte de ese optimismo es atribuible a Kurt Burneo, quien el mes pasado se convirtió en el tercer ministro de Economía del presidente izquierdista Pedro Castillo. En una presentación en Perumin, Burneo reiteró las prioridades de política monetaria que lo han hecho merecedor de la simpatía de la industria, como mantener las tasas de impuestos, ofrecer beneficios fiscales y reducir la burocracia en un intento por atraer inversiones y apuntalar la economía.
Eso es música para los oídos de los ejecutivos dado que las propuestas de algunos sectores de la coalición gobernante han incluido de todo, desde una radical reforma tributaria hasta nacionalizaciones.
”Lo veo como una persona de hechos”, dijo Abraham Chahuán, titular del grupo de la industria minera IIMP, tras escuchar el discurso de Burneo. “Él es un economista con muchísima experiencia y creo que muy respetado en general”.
Según Raúl Jacob, director financiero de Southern Copper Corp., que está aumentando la producción y tratando de poner en marcha varios proyectos nuevos, un alza de impuestos no es una muy buena noticia para nadie. El ejecutivo señaló que se está viendo más sentido común en ciertas áreas del Gobierno.
A Roque Benavides, presidente de la principal productora peruana de metales preciosos que cotiza en bolsa, Buenaventura, también le gusta lo que ve de Burneo. Si bien Benavides dice que se debe hacer más para garantizar la seguridad en las áreas mineras y agilizar los permisos, todavía quiere seguir adelante con las inversiones dado el potencial mineral de Perú.
No obstante, Burneo tiene una difícil tarea. Instituciones e infraestructura débiles en áreas rurales aisladas brindan el telón de fondo para relaciones comunitarias tensas. Al mismo tiempo, el presidente Castillo enfrenta investigaciones por parte de fiscales, mientras que el Congreso, liderado por la oposición, está trabajando en una tercera moción de vacancia en su contra.
El nombramiento de Burneo —exdirector del Banco Interamericano de Desarrollo, miembro de la junta del banco central y viceministro de Hacienda bajo la presidencia de Alejandro Toledo— también irrita a algunos partidarios de línea dura de la coalición, que lo ven como una amenaza neoliberal.
La capacidad del nuevo ministro para sortear los obstáculos políticos y mejorar el clima de inversión podría influir en la cantidad de cobre que produzca Perú en el futuro.
La producción en el segundo país que más cobre extrae aumentará de alrededor de 2.4 millones de toneladas métricas este año a 2.8 millones de toneladas el próximo año cuando inicie su producción la nueva mina Quellaveco, de Anglo American Plc, según IIMP. Pero después de Quellaveco, no hay mucho en carpeta en cuanto a construcción de nuevas minas.
Se estima que, para concretar US$ 53,000 millones en posibles proyectos que podrían duplicar la producción, se necesitaría que las empresas involucraran a las comunidades locales mientras enfrentan los lentos procesos de permisos y la recesión económica mundial.
Chahuán ve señales de que las incertidumbres locales están disminuyendo, mientras que la perspectiva a largo plazo para el metal es auspiciosa a medida que el mundo se electrifica y se aleja de los combustibles fósiles.
Según Chahuán, es factible llegar al nivel de 5 millones de toneladas.