La actividad de las principales minas de cobre de Perú está comenzando a verse más afectada por protestas y bloqueos en las regiones del sur del país, según muestran datos de energía revisados por Reuters, siendo Las Bambas y Antapaccay actualmente las más golpeadas.
Perú, el segundo mayor productor mundial de cobre, enfrenta una ola de protestas desde la destitución del presidente izquierdista Pedro Castillo el 7 de diciembre, aunque las operaciones mineras en general se habían mantenido resistentes hasta febrero pese a algunos problemas de abastecimiento.
Sin embargo, los datos diarios de uso de energía muestran que al menos dos minas clave ahora consumen regularmente solo la mitad de su energía normal, a medida de que se agotan los suministros necesarios para las operaciones, una señal de que están en modo de “cuidado y mantenimiento”.
Se trata de Las Bambas de MMG Ltd, la tercera mina de cobre más grande de Perú, y Antapaccay de Glencore, afectadas por bloqueos en una carretera del corredor minero.
Las mineras en Perú tienen sin embargo un largo historial de lidiar con protestas de comunidades que viven cerca de sus operaciones, que en ocasiones han provocado largos cierres, algo que aún no se ha visto en las actuales protestas contra el Gobierno en todo el país, donde han muerto más de 50 personas.
Los datos respaldan este escenario, lo que sugiere que las minas a veces obtienen algunos suministros clave en medio de constantes bloqueos, con Las Bambas en los últimos días oscilando entre el uso del total y la mitad de la energía.
Una fuente familiarizada con el tema dijo a Reuters el jueves que los manifestantes levantaron el miércoles un bloqueo en el distrito de Condoroma de la provincia Espinar, en el Cusco, un tramo clave del corredor minero que es utilizado por Las Bambas, Antapaccay y Constancia de Hudbay.
Pero amenazaron con reanudar el bloqueo en la zona el viernes, agregó la fuente, subrayando el entorno incierto que ha afectado la llegada de suministros a las minas y el transporte de concentrado de cobre para la exportación.
A los bloqueos se han sumando ataques a algunas minas, entre ellas Antapaccay, que en enero sufrió la quema de parte de su campamento. Hace unos días, Antapaccay informó que el sábado “presuntos promotores” de los bloqueos en Condoroma atacaron a vehículos proveedores de combustibles para la minera.
Representantes de Las Bambas, Antapaccay y Constancia no estuvieron disponibles de inmediato para confirmar si estaban recibiendo insumos para sus operaciones o enviando sus concentrados en estos dos días de levantamiento del bloqueo.
Otras minas de cobre clave, incluida la más grande de Perú, Antamina, copropiedad de Glencore, BHP, Teck Resources Ltd y Mitsubishi Corp, estarían todavía acercándose a los niveles normales de energía, a pesar de algunas interrupciones temporales en meses recientes.
Un análisis del consumo de energía realizado por seis operadores mineros muestra que los niveles combinados de uso de electricidad han disminuido desde mediados de enero, con la mayor caída en lo que va de febrero.
“Cuanto más tiempo permanezca el suministro de materias primas como rehén de las protestas, mayor será el riesgo de que las minas afectadas funcionen a una capacidad limitada o detengan la producción por completo”, dijo la consultora Capital Economics en un reporte sobre Perú difundido esta semana.
(Con información de Reuters)