Después de meses de agitación política y protestas comunitarias que paralizaron una importante mina, el Gobierno de Perú desea enviar un mensaje optimista a los posibles inversionistas en una importante conferencia minera en Toronto.
Alejandra Herrera, la nueva ministra de Energía y Minas, dijo en un discurso el martes en la reunión de Prospectors & Developers Association of Canada que las puertas del Perú están abiertas a inversiones en proyectos mineros modernos y sostenibles. Su charla incluyó una presentación de diapositivas que incluía el mensaje “Perú te está esperando”.
El ministro de Economía, Óscar Graham, también una incorporación bastante nueva al gabinete del presidente de izquierda Pedro Castillo, siguió con un discurso proinversión similar que subrayó la importancia de una industria minera competitiva para impulsar el crecimiento económico y el desarrollo social.
Los mensajes de bienvenida, proporcionados en uno de los centros mundiales del capitalismo minero, ofrecieron un marcado contraste con algunas de las medidas radicales propuestas por facciones de línea dura dentro del partido de Castillo.
Esas medidas incluyen la expropiación de operaciones de cobre de propiedad privada como Las Bambas en un intento por obtener una mayor parte de las ganancias inesperadas del mineral para financiar más gastos sociales.
Las Bambas, operada por la china MMG ltd., se está recuperando después de una interrupción de siete semanas en medio de protestas de las comunidades aledañas que resaltaron las tensiones latentes entre grupos indígenas y minas a gran escala en áreas remotas.
Los comentarios de los representantes de la minería peruana en el mismo evento coincidieron en gran medida con los del Gobierno. Incluyeron el establecimiento de un sistema continuo para prevenir y resolver conflictos sociales, la simplificación de permisos, una mejor coordinación entre las agencias gubernamentales y un consenso sobre el desarrollo minero que trasciende el ciclo político.
A pesar de la buena voluntad y el consenso, Carlos Castro, jefe de asuntos corporativos de Las Bambas, reveló las tensiones persistentes. Hablando en el mismo evento, pidió la represión de las protestas ilegales contra las minas.