
El ideario de Perú Libre cuenta con 21 capítulos y 77 páginas que lleva la firma de Vladimir Cerrón. Este documento calificado como “contestatario al neoliberalismo” contiene las propuestas del plan de gobierno de Pedro Castillo y en su tercer capítulo plantea un nuevo régimen económico denominado: “Economía Popular de Mercados”.
El economista y exministro de Trabajo Jorge González Izquierdo esboza tres pilares principales dentro del ideario de Perú libre en el ámbito macroeconómico: la nacionalización de empresas extranjeras grandes y otorgarles a los gobiernos regionales la administración de estas.
Una nueva Constitución, sobre todo en el capítulo económico, que determine que en Perú va a regir una economía popular de mercado. El último pilar se refiere a que el Estado intervenga en toda la “vida económica del país”.
Consultado sobre si un eventual gobierno de Pedro Castillo traería consecuencias nefastas para la economía nacional, como en el primer mandato de Alan García (1985-1990) aseguró que no hay parecido.
“No tiene parecido con el primer gobierno de Alan García, sino con la política económica de Cuba de hace tres décadas. Actualmente, países como Rusia, China y Vietnam están dentro del mercado. En el caso de los cubanos, están permitiendo el ingreso a la pequeña empresa privada. El señor Castillo tiene una mirada de hace 30 años. Estos países que menciono son comunistas en lo político, pero en lo económico pro mercado”, manifestó a Gestión.pe.
Animadversión al mercado
Para el exministro de economía del gobierno de Ollanta Humala, Alonso Segura, la política macroeconómica de Perú Libre tiene matices similares con el del primer gobierno de García, pero es mucho más radical y podría llevar al Perú hacia un cataclismo económico.
“El ideario tiene una animadversión hacia la inversión privada. Alan García estatizó la banca, pero Castillo propone estatizar múltiples sectores económicos, sea minería, energía, hidrocarburos, alimentos. Entonces, tienen el mismo concepto estatista, pero el de Perú Libre es más amplio”, sustentó.
Añadió ambos planes tenían la idea de desconocer las reglas de juegos y compromisos asumidos por el país. En el caso del expresidente García, repudió la deuda externa y se negó a pagarla, lo cual resultó más costoso. Por su parte, Castillo plantea renunciar a cortes supranacionales y quiere desconocer contratos ley firmados con transnacionales.
“El plan de Castillo es más adverso. Cuanto plantea que la división de las rentas es 80% Estado y 20% empresas, está diciendo que habrá un 80% de impuestos. Eso es más radical que cualquier otra cosa que ha habido en el Perú”, advirtió.
En tanto, el exministro de economía del gobierno de Pedro Pablo Kuczynski, Alfredo Thorne indicó que el impacto económico que se podría tener con lo propuesto por Perú Libre será muy parecido a lo ocurrido a fines de la década del 80, en el cual la economía se paralizó. Sobre todo, lo que pasó en 1987 cuando hubo una recesión muy fuerte y sobre todo pérdida de empleo.
Sobre el cambio de Constitución refirió que no queda claro que tan rápido responderían los precios, pero sí que la economía colapsaría. Sin embargo, considera que lo más preocupante no será el cambio del capítulo económico, sino la limitación de algunos derechos como la libertad de empresa y de expresión.
“Pienso que lo que diferencia al comunismo de una economía de mercado es la libertad. Los economistas nos enfocamos en la libre empresa. La Constitución es la piedra angular y el único instrumento que protege la voluntad del individuo en esta sociedad”, expresó.
Populismo vs. radicalismo
Gonzáles Izquierdo sostiene que el primer gobierno de García tuvo una ruta populista que se maneja dentro del mercado. En cambio, Castillo plantea medidas radicales. “Este no será un gobierno populista, sino que impone un cambio radical en el esquema económico peruano”.
La subida de Castillo en las encuestas previas a la segunda vuelta electoral ha tenido efectos en tres indicadores: tipo de cambio, bolsa de valores y riesgo país. El economista, menciona que también se debe observar el comportamiento de la inversión privada nacional y extranjera. así como ver la situación del consumo privado, que pesa el 65% de la economía.
“Si el dólar y riesgo país suben, la bolsa cae, es un indicador de que los agentes económicos ven con preocupación que Castillo gane las elecciones”, acota.
Por su parte, Alonso Segura, indicó que proyectar una hiperinflación desde este momento es difícil porque esta no se genera de un día para otro. “Se deben generar desequilibrios más profundos que toman más tiempo y requiere mal manejo fiscal. Posiblemente no tendría que ocurrir, porque Argentina tiene inflación alta, pero no hiperinflación”, señaló.
No obstante, advirtió que si continúan los mensajes radicales, los indicadores seguirán deteriorándose y más adelante la inversión, como ocurre en Venezuela, Argentina, Ecuador y Bolivia, países que no se comparan favorablemente al Perú.
“No interesa el nombre del futuro presidente o presidenta del Perú, sino el respeto de las políticas públicas y la manera de resolver la crisis económica. Si Castillo sigue con este plan sería una catástrofe, hecatombe económica y social para el país, porque los pobres serán los más afectados. Veremos si continuará haciéndolo o gira al centro”, concluye.