El sistema financiero peruano entra en consenso sobre un crecimiento de la economía peruana por debajo del 1% para el 2023. El recorte más reciente es del BBVA, banco que redujo sus expectativas de crecimiento de 1.6% en junio a 0.4% en setiembre.
“La sorpresa negativa de la actividad en el segundo trimestre del año, el deterioro de los pronósticos para el fenómeno El Niño, y la sostenida debilidad del gasto privado nos llevan a revisar a la baja el crecimiento en 1.2 puntos porcentuales este año y en 0.3 puntos porcentuales el próximo”, destaca durante la presentación de su reporte Situación País.
El recorte del BBVA Research está alineado con las proyecciones del mercado. Recientemente el Banco Mundial recortó su tasa a 0.8%; Credicorp, a 0.6%; Thorne & Associates, a 0.4%. El Banco Central de Reserva del Perú (BCRP) espera un crecimiento de 0.9% y el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), de 1.1%.
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Los detalles
Se prevé un peor comportamiento del gasto privado, lo cual restó 0.8 puntos porcentuales (p.p.) a la proyección de crecimiento anual. Además, el resultado del segundo trimestre del 2023 (contracción de 0.5%) restó 0.3 p.p. mientras que el deterioro del pronóstico de tener un fenómeno de El Niño de magnitud fuerte restó 0.3 p.p. adicionales.
Por el lado del gasto, se espera que la demanda interna se contraiga en 0.5% mientras que el consumo privado crecería 1% en el 2023. La inversión privada retrocedería 6.5% y la inversión pública, uno de los estandartes del Gobierno de Dina Boluarte, se contrería 0.6%.
En contraste, se espera que las exportaciones avancen en 3.2%, alineadas a una mayor producción minera metálica. Aunque esta cifra es menos a la registrada en el 2022 (6.1%) y lejos del “rebote” del 2021 (13.2%) tras la pandemia del Covid-19.
Los principales riesgos para el escenario base de proyecciones, desde el sector externo, una inflación más persistente que resulta en tasas de interés altas por más tiempo y una desaceleración más brusca del crecimiento global. Por el lado local, la posibilidad de un FEN costero más intenso y/o prolongado, mayor ruido político y proliferación de medidas populistas que afecten competitividad en el mercado laboral y el sistema de pensiones.
“¿Ya tocamos fondo? La debilidad del PBI es persistente; es probable que solo se vea una tendencia a la recuperación pasado El Niño”, se menciona en el reporte. De hecho, de tres escenarios de salida de la situación actual, se considera una recuperación acotada y un entorno con ralentización del gasto privado (sin mayores ahorros que puedan dar soporte) y limitado espacio fiscal.
“Para el próximo año hemos ajustado de 2.6% a 2.3%, y para el 2025 estimamos un rebote de 3.2%. A mediano plazo, vemos un ritmo de crecimiento de la economía de 2.5%”, señaló Hugo Perea, economista jefe de BBVA Research.