La paralización de las operaciones de descarga de petróleo en la Refinería La Pampilla (Relapasa), de Repsol, cumplen este viernes cinco días. Si en diez más las actividades no se retoman en sus cuatro terminales multiboyas podría generarse un desabastecimiento de combustible en el mercado peruano. Las zonas que primero se afectarían son Lima, Ica y Barranca.
De los más de 4,000 grifos a nivel nacional, el 40% es abastecido por Repsol (incluyendo los 600 grifos de la misma marca). Solo en Lima, cuatro de cada diez estaciones de servicio dependen de Relapasa, señaló Isabel Tafur, gerente general de la Asociación de Grifos y Estaciones de Servicio del Perú (Agesp), que representa a 112 asociados.
Fuera de la capital, Ica, Barranca y Casma serían las otras zonas directamente impactadas si es que la refinería -que refina 115,000 barriles de los 240,000 que demanda el mercado peruano diariamente- continúa paralizada. “Es donde ocurren los mayores consumos de combustible de Repsol. En tanto, en la sierra y selva los principales operadores son Pecsa y Petroperú”, detalló Giovanni Diez, gerente del Gremio de Transportes y Logística del Perú (GTL).
Tanto para la Agesp como para el GTL, Petroperú podría cubrir parte de la demanda de combustible diario y los importadores -que tienen casi el 18% del mercado- también podrían ayudar; sin embargo, el precio puede subir. “La energía es movimiento, si hay desabastecimiento afectas a las industrias, a la aviación y al transporte marítimo”, anotó Tafur.
Justamente, en un comunicado, la Asociación Peruana de Operadores Portuarios (Asppor), advirtió que el riesgo de una eventual escasez de combustible pone en jaque US$ 220 millones al día en el comercio exterior.
¿Cuándo se levantará la sanción a Relapasa?
El pasado 31 de enero, el Organismo de Evaluación y Fiscalización Ambiental (OEFA) determinó la paralización de operaciones de carga y/o descarga de hidrocarburos u otros productos en los Terminales Multiboyas N° 1, N° 2 y N° 3, así como el Terminal Monoboya T-4, en Relapasa, hasta que Repsol presente un plan de gestión ante derrames de hidrocarburos en el mar, y actualice o modifique el plan de contingencia de la refinería, entre otros.
La empresa española informó que envió la documentación solicitada, sin embargo, al cierre de esta nota, fuentes de la OEFA dijeron a gestión.pe que faltaba el informe técnico de las instalaciones de las multiboyas.
“Presentó el plan de gestión de riesgo, que se evalúa inmediatamente. También remitió el cargo del plan de contingencia ante la Dirección General de Capitanías y Guardacostas (Dicapi), pero falta el informe técnico de las instalaciones multiboyas”, señalaron.
Transportistas no descartan paro
En tanto, Javier Marchese de la Unión de Transportistas del Perú exhortó al Gobierno a realizar una adecuada fiscalización ambiental tras el derrame de más de 11,000 barriles de crudo en Relapasa, que contaminó más de 20 playas desde Ventanilla hasta Huaral; sin embargo, también solicitó equilibrar las medidas considerando y garantizando el abastecimiento de combustible a nivel nacional.
“Solo el 5% de empresas de transporte de carga terrestre tiene un sistema de abastecimiento propio, el resto (95%) se abastece a través de los grifos. Si el mercado se pone usurero y el Estado no interviene y controla, tendríamos que irnos a un paro”, dijo.
Martín Ojeda, presidente del Consejo Nacional de Transporte señaló que tras la paralización de Relapasa, “coincidentemente”, Petroperú subió en 0,30 céntimos el precio del combustible, lo que significa que por empresa de transporte interprovincial se incrementa en S/ 20,000 sus costos operativos; por lo que solicitó al Ministerio de Energía y Minas y al Ministerio de Transporte y Comunicaciones (MTC) coordinar con la petrolera estatal para no afectar la demanda.
Por último, en una carta dirigida al MTC, el Gremio de Transportes y Logística del Perú, señaló que “una medida administrativa restrictiva, no debe afectar la prestación de servicios públicos esenciales”.
En esa línea, propusieron que se levante la paralización a Relapasa, que a la par se agilice las acciones para determinar la responsabilidad de Repsol; y en base a la Convención de Responsabilidad por Daños Generados por Contaminación de Petróleo de 1992 y el Fondo Internacional de Compensación por Daños de Polución, se apliquen a la empresa española un fondo de un máximo de US$ 1,054 millones, independientemente de las multas que correspondan de acuerdo a las leyes y normativa vigente.