Los planes de reactivación tras la pandemia de coronavirus ofrecen una oportunidad única para reverdecer masivamente la economía mundial con el fin de evitar una crisis climática, afirmaron los gobernadores de varios bancos centrales.
“A menos que actuemos ahora, la crisis climática será el escenario más probable mañana y, a diferencia del COVID-19, nadie podrá aislarse para evitarla”, advierten en un artículo publicado en el diario británico The Guardian.
El texto está firmado por el gobernador del Banco de Inglaterra (BoE) Andrew Bailey, el gobernador del Banco de Francia François Villeroy de Galhau, el miembro de banco central holandés Frank Elderson y el enviado especial de Naciones Unidas para el clima Mark Carney.
Estos consideran que la crisis del coronavirus “ofrece la oportunidad única” de reconstruir la economía de manera que permita combatir el cambio climático.
Aplauden las medidas de apoyo masivo puestas en marcha por los gobiernos para amortiguar el impacto de la crisis sanitaria y evitar una recesión demasiado profunda.
Pero aseguran que es necesario pensar más allá de la pandemia, en un momento en que los países están muy lejos de cumplir los acuerdos climáticos de París, cuyo objetivo es limitar el calentamiento global a 1.5°C.
Los firmantes del artículo creen que actuando ahora se pueden evitar bruscos ajustes en el futuro y piden a los círculos económicos y financieros que se adapten.
Así, proponen que gran parte de los paquetes de estímulo se destine a la transición energética, la inversión en energías renovables y la inversión en edificios "más limpios".
Esto permitiría "una transición ordenada y la creación de empleos para acompañar la recuperación", afirman.
Varios bancos centrales ya han puesto en marcha una red, la NGFS presidida por Elderson, que busca hacer más ecológico el sistema financiero.
Sus miembros incluyen al Banco Central Europeo (BCE), el Banco de Francia, el Bundesbank, los bancos centrales de Inglaterra, Canadá, Luxemburgo y Malasia y a la Autoridad de Servicios Financieros de Dubái.
La Reserva Federal estadounidense (Fed) aún no ha decidido si se une a este movimiento.
El Banco de Inglaterra pronto organizará pruebas de “resistencia climática” para evaluar la capacidad del sector financiero a hacer frente a las consecuencias del calentamiento global. Los primeros resultados se esperan en el 2021.