Francia seguía siendo en el 2018 el país de la OCDE donde la parte de los impuestos en el Producto Bruto Interior (PBI) era la más elevada, con 46.1%, es decir el mismo nivel que en el 2017, según un informe anual publicado el jueves por la organización.
Estos impuestos, que incluyen las cotizaciones sociales, pesaban el año pasado una media de 34.4% del PBI en los 34 países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), para los que estaban disponibles los datos, según este documento.
La OCDE muestra por primera vez un casi estancamiento de la parte de los ingresos fiscales en la riqueza producida de estos países, una cifra que estaba en aumento constante desde el 2009.
En el 2018, “Estados Unidos registró el retroceso más marcado (2.5 puntos porcentuales hasta 24.3%)” tras las reformas de varios impuestos, precisa la organización.
México tiene la fiscalidad más baja, un 16.1% del PBI el año pasado.
En Francia, los ingresos fiscales provienen sobre todo de las cotizaciones de la seguridad social (un 36.4% frente al 26% de media en los países del OCDE), del impuesto sobre la renta de las personas físicas (18.6% contra 23.9%) y del IVA (15.3% contra 20.2%).