Reactiva Perú fue importante para evitar la ruptura de la cadena de pagos por la pandemia, pero ahora su continuidad es cuestionada en un escenario de reapertura económica.
“Una ampliación o reprogramación de las deudas de Reactiva Perú sería perniciosa para el sistema financiero, porque puede promover cultura del no pago y poner en riesgo la cobranza de S/ 39,000 millones”, sostuvo Jorge Solís, presidente de la Federación Peruana de Cajas Municipales de Ahorro y Crédito (Fepcmac).
La Superintendencia de Banca, Seguros y AFP (SBS) consigna un saldo de S/ 37,492.5 millones a marzo.
Periodo de gracia
El Gobierno estableció el viernes último una nueva reprogramación para los créditos de Reactiva Perú, con periodos de gracia de 24 meses.
“La reprogramación para empresas más pequeñas es razonable, pero estos programas (nueva reprogramación) están favoreciendo principalmente a las grandes compañías, las cuales concentran la mayoría de la deuda de Reactiva pese a tener espaldas suficientes para honrar estas obligaciones”, afirmó el representante gremial.
En particular, las cajas sostienen que unas 2,145 empresas grandes tienen deudas promedio de S/ 7 millones, que ahora, a raíz de la nueva norma, podrán reprogramarlas con periodos de gracia y tasas de interés muy bajas, de 1.5%, “lo que no es lógico, ni razonable”.
Para mypes
Así, las cajas proponen que estas empresas paguen sus deudas con Reactiva y que los recursos liberados (unos S/ 15,000 millones) se reorienten a las mypes mediante la instauración de un Reactiva 3 para mypes.
“Muchas micro y pequeñas empresas no han tenido financiamiento, están languideciendo, necesitan capital de trabajo para reponer inventarios; la gran empresa debería honrar sus deudas a fin de que ese dinero se reoriente a las mypes que no fueron bien atendidas”, enfatizó Solís.
Esta medida planteada beneficiaría a 1.2 millones de mypes, de un total de 2.5 millones de negocios formales, estimó.
Subsidio
Un tercer programa Reactiva para mypes debería contar con un subsidio del Estado sobre las tasas de interés, con el objetivo de cubrir parte de los costos operativos y financieros en que incurren las microfinancieras en cada desembolso, señaló Solís.
Hasta ahora, el programa otorgó créditos con tasas de entre 1.5% y 3%, mientras que los costos de la caja son de 12%, en promedio, por lo que esas entidades tuvieron que asumir la diferencia y se afectaron sus resultados, dijo.
“Con la premisa de que las microfinancieras están muy golpeadas, y como forma de reactivar la economía desde abajo, desde la base de la pirámide, consideramos que el subsidio de intereses debería ser, por lo menos, de cinco puntos porcentuales para permitir que se canalice financiamientos con tasas entre 3% y 5%”, detalló.
Liquidez
El gremio de cajas coincide con el Banco Central de Reserva (BCR) en que una extensión de Reactiva Perú equivale a continuar con el nivel de liquidez que se inyectó de forma excepcional, lo que no se alinearía a la política monetaria orientada a gestionar la elevada inflación.
Pese a ello, Solís descartó que el mecanismo propuesto acentúe el alza de precios, pues se usará para la inversión de las mypes, que así elevarán la oferta de productos, a diferencia de medidas como la liberación de fondos de AFP o CTS, “que pone dinero en el bolsillo de la gente para consumo”.
Cajas claman por competir con tarjetas
La medida para regular tasas de interés -emitida por el Congreso el año pasado- no funciona, es mala para el sistema financiero y debería quedar sin efecto, afirmó Jorge Solís, de la Fepcmac.
La mejor forma de generar tasas de interés accesibles a más clientes es la competencia, pero no establecer topes o niveles máximos al costo de financiamiento, sostuvo.
“Las cajas municipales no administran tarjetas de crédito, es un clamor, lo pedimos hace mucho tiempo; si todas las entidades tuviéramos la oportunidad de ofrecer los mismos productos seguramente las tasas serían mucho menores”, manifestó.
Ejemplo de ello son las tasas de crédito a mypes, que están en niveles de 30%, por debajo del 40% observado hace 15 años, dijo. “La posición técnica del BCR ha evitado que esta medida tenga un efecto contrario, pero si hubiera sido una postura política, como era la intención, pudo conducir al usuario al mercado negro de las finanzas, a prestamistas que cobran por goteo”, expresó.