Las obras de la Hidrovía Amazónica no afectarán la pesca artesanal, principal actividad económica que realizan las comunidades que viven en las zonas aledañas al proyecto, informó el Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC).
El MTC indicó que el Estudio de Impacto Ambiental Detallado (EIA-d) cuenta con el “Plan de alerta mijano”, que protege los recursos hidrobiológicos y garantiza la migración de los peces durante la implementación del proyecto para que los volúmenes de pesca artesanal se mantengan.
El mijano es el proceso mediante el cual los peces, de la misma especie o una mezcla de ellos, emigran en grandes cantidades desde las cochas -ubicadas en la profundidad de la selva- hacia los ríos y cuencas.
El plan incluye la participación de conocedores de la pesca regional, quienes serán los vigías e informarán sobre el paso del mijano, a través de equipos de radio de comunicación, al personal ubicado en la zona de operaciones. Con su aviso, las especies como el bagre, el escamado, la carachama, entre otros, proseguirán con su migración.
El desarrollo de este mecanismo de prevención será monitoreado por el Comité de Vigilancia del proyecto, que está conformado por pobladores de comunidades nativas y representantes del MTC.
Audiencias públicas
El plan de alerta mijano fue dado a conocer durante las audiencias públicas, presididas por el Servicio Nacional de Certificación Ambiental para las Inversiones Sostenibles (Senace), que difunden los resultados del EIA-d de la Hidrovía Amazónica.
Las organizaciones indígenas y 17 opinantes del proyecto participan de estas reuniones, que iniciaron el lunes 5 de agosto y concluirán el próximo sábado 10.
Los encuentros se desarrollan en los distritos de Iquitos y Contamana. En los siguientes días se realizarán en las localidades loretanas de Luz del Oriente, Santa María de Bajo Huallaga, Progreso, Puerto Elías, Libertador, Puerto Linda, Puerto Oriente, Bolívar, Carocurahuayte, Santa Fe, Lagunas y Saramiriza.
Las reuniones que se realizan en estas dos últimas comunidades, así como las que se desarrollan en Iquitos y Contamana, son exclusivas para las organizaciones y federaciones indígenas.