Desde que fue elegido alcalde de Lima, Rafael López Aliaga dejó claro que su gestión sería un homenaje a Luis Castañeda, difunto fundador de Solidaridad Nacional que presidió tres veces la comuna metropolitana. Quien encarnará esa promesa será una de las últimas figuras políticas que engendró el sol amarillo: el exalcalde de Miraflores Luis Molina.
Como parte de un acuerdo político, López Aliaga ha armado su equipo para Lima con personajes de la gestión miraflorina que concluyó hace tres días. El trasvase de funcionarios se da tanto en mandos medios, como en puestos de alta gerencia. E incluso, el propio Molina dice que está a la espera de una ordenanza que le permita presidir sendas empresas municipales.
Gestión averiguó qué entidades ocuparán los exempleados de Miraflores y lo reporta en exclusiva.
Altos mandos en la MML
Luis Molina fue alcalde de Miraflores entre el 2019 y el 2022. Llegó allí como una de las últimas autoridades elegidas por Solidaridad Nacional, antes de que esa marca política fuera reemplazada por el celeste de Renovación Popular. La inscripción partidaria es la misma, pero el nombre y los colores fueron cambiados.
Ahora López Aliaga apela a ese antiguo derrotero partidario para armar su equipo en la Municipalidad Metropolitana de Lima (MML). La tendencia es clara y se expresa, para empezar, en tres gerencias cruciales para la administración del día a día de la comuna.
Óscar Lozán Luyo es el nuevo gerente municipal de la MML. Hasta el 31 de diciembre, ocupó el mismo cargo en Miraflores, junto a Molina. Luyo ya trabajó en la municipalidad de Lima: fue gerente de finanzas entre el 2014 y el 2018, durante la tercera gestión de Luis Castañeda. Ahora ocupará la gerencia más importante, que centraliza toda la administración del municipio.
Otra funcionaria que llega de Miraflores, y que cuenta con un pasado ligado a Castañeda, es Maritza Casaverde Mendez, hoy subgerente de personal de la MML. En la gestión de Molina, fue subgerente de Recursos Humanos. Cuando Castañeda era alcalde, ocupó el cargo al que hoy vuelve.
Según pudo conocer Gestión, Casaverde ya está recortando personal en Lima. Desde el 1 de enero, ha enviado oficios a varios trabajadores del régimen CAS que no cuentan con contratos indeterminados para comunicarles sus despidos. Hasta noviembre del 2022, había 3,001 trabajadores bajo esa modalidad dentro del municipio.
Reducir la planilla de la MML es una de las prioridades de López Aliaga, quien denunció la existencia de ‘trabajadores fantasma’ en conferencia de prensa ayer. Casaverde será la funcionaria operadora de dicha tarea.
Finalmente, Julio Alzola Castillo volverá a la Gerencia de Comunicación Social y Relaciones Públicas, posición que ya ocupó con Castañeda Lossio. Alzola se desempeñó como asesor de Molina en Miraflores y publicó diversas columnas de opinión en la web del municipio. A finales del 2020 fue condecorado por su trayectoria como periodista por el mismo Molina. En comunicación con Gestión, Alzola manifestó que se dedicará a fijar “lineamientos de gestión”, pero que aún esperaba su resolución de nombramiento.
También a empresas municipales
Según el ex regidor distrital miraflorino Jorge Gurmendi, otros exfuncionarios de la gestión Molina apuntan al Servicio de Parques de Lima (Serpar). Gurmendi, por ejemplo, está a la espera de asumir funciones dentro de la gerencia de administración de ese Organismo Público Descentralizado (OPD), junto a más exempleados del distrito costero.
El mismo Luis Molina también iría a la MML, fiscalizando las OPD y empresas estatales del municipio. El objetivo -cuenta a Gestión- es que se cree un directorio único, que cumpla funciones similares a las del Fondo Nacional de Financiamiento de la Actividad Empresarial del Estado (FONAFE).
“La idea es que exista un solo directorio con un presidente ejecutivo. Una especie de FONAFE. No una nueva institución, pero sí planificar, supervisar y fiscalizar a todas las OPD. Ese es el pedido que me ha hecho el alcalde”, asegura a este diario. Molina se encuentra a la espera de que se apruebe la ordenanza municipal que fusione a las OPD y permita la existencia de una dirigencia central.
Sobre el pase de sus ex funcionarios distritales a Lima, Molina explica que se trató de un acuerdo político entre partidos. “Cuando a mí me sacaron de carrera por Lima, hicimos una alianza estratégica entre Avanza País y Renovación Popular. Yo tenía un equipo que ya trabajó en Lima, de primer nivel”, le dijo a este diario. Vale recordar que Molina postuló a la alcaldía metropolitana en las últimas elecciones, pero fue excluido por los organismos electorales.
Gestión con cuestionamientos
Los cuatro años de Molina al frente de Miraflores están lejos de ser perfectos. “Llama la atención que haya vecinos quejándose del deterioro de áreas verdes. La función de un alcalde de este tipo de distritos es tener la casa bien puesta”, dice, por ejemplo, Cynthia Yamamoto, fundadora del colectivo Peruanos de a Pie.
La Contraloría fiscalizó el asunto en dos informes de control del 2019. Uno de ellos concluyó que existían áreas desprovistas de vegetación y siembra fragmentada de césped, lo que afectaba la conservación y el ornato de los parques miraflorinos, ignorando a los vecinos. En el 2022, la misma entidad también elaboró otros informes sobre el tema.
Otra situación adversa identificada fue que el consorcio “Miraflores Verde”, a cargo de la limpieza pública y áreas verdes, prestaba el servicio con cisternas con capacidad reducida usando agua que no cumplía con los estándares nacionales de calidad para riego.
Los planes de RLA para Lima
Según especialistas consultados por Gestión, López Aliaga tiene propuestas para Lima que serán difíciles de sacar adelante, más allá de su nuevo equipo miraflorino. En transporte, una competencia que ya no es exclusiva de la MML, propone reducir el precio de peajes y hacer teleféricos en Lima Norte, por ejemplo. “Para eso está la Autoridad Única de Transporte (ATU). Las propuestas de López Aliaga pueden ser buenas sugerencias para la ATU, las tendrá que llevar a su directorio, pero no podrá concretarlas solo”, asegura el urbanista Aldo Facho.
Otra iniciativa es destinar el 10% de los ingresos municipales a las ollas comunes. “Buscamos subsidiar esa iniciativa ciudadana. A lo que dedica el Ministerio de Inclusión Social (Midis), nosotros sumaremos un porcentaje desde nuestro presupuesto general”, explica Fabiola Morales, regidora electa por Renovación Popular.
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Pero concretarlo será complicado porque los recursos son limitados. “Casi el 80% del presupuesto de Lima (S/1,580 millones) se va en sueldos. Sería mejor que López Aliaga haga campaña para que los alcaldes distritales asuman ese compromiso y pongan la plata”, explica Facho.
López Aliaga también busca que se le transfieran competencias y funciones de las políticas regionales de salud, educación y cultura. “Yo creo que la MML debe asumir más responsabilidad, pero el problema no es solo tener las facultades, sino los recursos. El Minedu tiene un proyecto especial con el gobierno inglés para construir colegios. Ese es un espacio de oportunidad”, manifiesta Elizabeth Añaños, ex viceministra de Vivienda y Urbanismo.
“El plan de gobierno de López Aliaga es una lista de varias cosas que no están conectadas. Por ejemplo, hacer atrapanieblas para recolectar agua en las laderas. Se piensa de forma desagregada, cuando las ciudades se regeneran con proyectos estratégicos integrales. Esa visión está ausente en su plan. No se debe intervenir en forma aislada, se debe priorizar”, agrega Añaños.