El ministro de Educación, Morgan Quero, se manifestó a favor de que una gestión privada asuma el manejo de Petroperú, tal como lo propuso el directorio transitorio de la petrolera estatal.
Inicialmente el ministro sostuvo que se debe evaluar la propuesta. “No conozco los detalles que se han dado los últimos días, en relación a la gestión de Petroperú. Considero que al igual que los peruanos debemos ser responsables con las finanzas públicas e inversiones petroleras también debemos ser conscientes que es importante que el Perú tenga una soberanía energética. Es algo importantísimo”, anotó, en Canal N.
Quero añadió que se tendrá que ver en el camino si es mejor hacerlo a través de la inversión privada o con una participación en el sector público, no obstante dijo “no me aparece una mala idea (que haya una gestión privada en Petroperú”.
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¿Qué dijo el directorio transitorio de Petroperú?
El directorio transitorio de Petroperú refirió que la petrolera estatal opera con limitado crecimiento de ingresos y baja rentabilidad como lo demuestran las cifras de ventas y pérdidas proyectadas al 2024, de respectivamente US $ 3,977 millones (30% menos que el 2022) y - US $ 716 millones (164% mayor que 2022). “El ebitda proyectado para 2024 es de US$ 135 millones, insuficiente para cubrir cualquier pago de deuda”, detalla.
Además, tiene una pérdida de su posición competitiva habiendo cedido cuota de mercado de 51% a 25%; y acusa un serio deterioro de la posición de liquidez, capital de trabajo, solvencia (pasivo/patrimonio) e indicadores de rentabilidad (ROA/ROE).
Para el directorio también adolece de un alto grado de inestabilidad en la dirección y la gobernanza.
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Lo mencionado, comentó el directorio, ha sido ocasionado por factores como las demoras, “casi siempre debidas a causas exógenas y/o políticas, a las de una eficiente gestión y causantes de un fuerte endeudamiento para la construcción de la NRT, que casi triplicó su costo en el tiempo”.
A esto se suma, señaló, un largo proceso de arranque y estabilización no concluido de la NRT, causante a su vez de un nuevo impacto negativo financiero para el año 2024. “La incertidumbre del proceso de estabilización de la refinería genera serias vulnerabilidades futuras a las finanzas, lo que llevaría al Estado a seguir capitalizándola”, anotó.
Una estructura organizacional operativa “anquilosada, poco ágil y sobredimensionada”, derivada también de las fallas de origen de un manejo público, no privado en la gestión de la empresa; Las debilidades en el modelo de gestión de riesgos, es decir baja o nula transparencia; y a las “las inherentes debilidades en el modelo de gobernanza que llevaron a Petroperú a no tener encaminada la auditoría contable 2023 (ahora a ser presentada por PwC el 31.05.24) ni nombrada a la empresa auditora para el año 2025″.
Las recomendaciones
“Las condiciones financieras de la empresa requieren espaldas financieras anchas provenientes de su accionista, que en el caso de Petroperú es el Estado peruano, es decir, con los recursos de todos los peruanos. Los últimos cálculos indican que se requiere de US$ 2,200 millones adicionales”, destacó.
En las actuales circunstancias de un Petroperú con gobernanza y gestión empresarial expuesta a los usuales apetitos políticos, dijo el directorio, “sería irresponsable y un acto de inmoralidad solicitar mayor financiamiento del Estado”, ya que nada asegura que la empresa no retorne en el futuro cercano a solicitar más apoyo estatal, en desmedro de la caja fiscal y el bolsillo de los contribuyentes peruanos.
“Dicho lo anterior, este directorio considera que una gestión privada en la gestión de la empresa es la mejor opción para lograr el regreso a la autosostenibilidad financiera”, recomendó.
Agregó que: “Hemos planteado nuestro pedido de autonomía en la gestión privada de Petroperú ante la Junta General de Accionistas, así como ante el Gobierno y estamos a la espera de una definición que, en caso sea afirmativa, nos permitirá continuar con una gestión que creemos puede y debe ser cumplida en beneficio del Perú”.