A pesar de un comienzo de año muy difícil para sus carteras por un repunte sorpresivo del mercado, dos gestores de fondos destacados siguen con las apuestas bajistas que les permitieron salir airosos de la caída bursátil de 2022.
Jeff Muhlenkamp, cuyo fondo Muhlenkamp Fund registró un retorno positivo el año pasado, dice que las tasas de interés elevadas continuarán causando estragos en el mercado a pesar de que es probable que la Reserva Federal diseñe un aterrizaje suave.
Además, existe el riesgo de que la agresiva política de ajuste monetario termine en una recesión. El peor de los escenarios es que el S&P 500 caiga hasta un 30% frente al cierre del jueves. Su fondo actualmente tiene más de un tercio de su dinero en efectivo.
James Abate, otro escéptico, también prevé que el repunte de las acciones no es nada más que una trampa del mercado bajista. Su Centre American Select Fund, que venció al 96% de sus pares en 2022 según datos compilados por Bloomberg, realizó nuevas coberturas a través de opciones de venta en las últimas semanas.
Un avance de cuatro meses ha llevado la relación precio-beneficio del S&P 500 por encima de su promedio de 10 años, en un momento en que la máquina de ganancia de las corporaciones estadounidenses se está debilitando.
“Me cuesta ver cómo el mercado puede subir tanto en ese entorno”, dijo Abate, de 57 años.
Muchos en Wall Street comparten su escepticismo y se resisten a aceptar un avance que ha elevado el índice de referencia de Estados Unidos hasta en un 17% desde su mínimo de octubre. Aunque los bajistas se han visto obligados a revertir posiciones cortas, hay señales de que pocos están dispuestos a ir tras ganancias.
De hecho, fondos de cobertura rastreados por la principal correduría de Goldman Sachs Group Inc. la semana pasada recortaron sus posiciones largas. La cautela parece profética frente a la caída del S&P 500 esta semana y apuestas de inversionistas en bonos del Tesoro sobre el alza de las tasas de interés.
El fondo de Abate, que superó al 99% de sus contrapartes en los últimos tres años, ha perdido parte de su brillo, en parte porque las acciones de energía —sus mayores participaciones en la industria— fueron suplantadas por la tecnología como líderes del mercado.
Con un aumento de casi un 6% este año hasta el miércoles, está 1.6 puntos porcentuales por detrás del S&P 500, ubicándose cerca del cuartil inferior entre los fondos comparables.
Así, Muhlenkamp ha tenido que hacer un examen de conciencia. La escasez de acciones baratas y las perspectivas inciertas llevaron a su fondo a asignar una gran cantidad en dinero, una táctica que lo ayudó a generar ganancias durante el mercado bajista de 2022.
Ahora, con el 35% del fondo en efectivo, la posición de cautela está jugando en su contra. El fondo, que su padre, Ron Muhlenkamp, creó en 1988 con una concentración alta en acciones de valor, ya está detrás del mercado en cerca de 5 puntos porcentuales en lo corrido del año.
“Lo más probable es que el mercado siga cayendo de aquí en adelante”, dijo Muhlenkamp. “Si eso sucede, vamos a buscar unos precios realmente absurdos, porque cuando las cosas comiencen a bajar nuevamente, la gente va a deshacerse de mucho apalancamiento. Eso genera una venta mecánica que termina creando precios ridículos”.