Los precios del etanol, que han alcanzado un récord en Brasil, podrían disminuir a fines del trimestre, cuando se proyectan favorables condiciones para la cosecha de caña de azúcar del país.
“Es posible que la primera quincena de abril sea más seca y el fin de mes, más húmedo”, dijo Ludmila Camparotto, meteoróloga de Rural Clima en Valinhos, en una entrevista telefónica. “Al final, es posible que las precipitaciones igualen el promedio o se ubiquen levemente por debajo de él, favoreciendo la cosecha de caña”.
La mayoría de los molineros en la región centro-sur de Brasil dejaron de triturar caña a mediados de diciembre, reservando los inventarios exclusivamente para abastecer el consumo interno hasta el 1 de abril, cuando se inicia la nueva temporada.
Mientras tanto, a medida que la gasolina se vuelve más cara en el país, los conductores brasileños recurren cada vez más al etanol, que es más barato, para movilizar los vehículos de combustible flexible, muy comunes en el país.
Para marzo, las reservas del tipo de etanol utilizado en los automóviles podrían disminuir a solo 400 millones de litros, el nivel más bajo en siete años, según Bruno Lima, titular del sector de azúcar de INTL FCStone.
La brecha resultante entre la oferta y la demanda ha hecho que los precios del etanol brasileño hayan aumentado 19% desde julio, lo que lo deja en desventaja frente a las importaciones de etanol estadounidense producido a partir de maíz, incluso con el impuesto de 20% sobre las importaciones de Brasil.
Pero la tendencia cambiará si la temporada de caña de azúcar comienza con un clima favorable, según Lima. El tema de los precios “será el clima en abril”, dijo Lima en una entrevista telefónica.
Es probable que las zonas interiores de São Paulo estén más secas de lo normal en marzo y abril, ya que las aguas cálidas tanto en el Pacífico como en el Atlántico provocan condiciones secas, señaló Joel Widenor, meteorólogo de Commodity Weather Group LLC, en Bethesda, Maryland.
El clima más seco facilita a los agricultores ingresar a los campos y recolectar cultivos. Don Keeney, meteorólogo agrícola senior de Maxar, en Gaithersburg, Maryland, concuerda. Es posible que caiga 90% menos de lluvia de lo normal durante esos dos meses, indicó por correo electrónico.