El cobre bajaba el martes, ya que el mercado se centraba en la desaceleración del crecimiento y la demanda en todo el mundo, aunque los bajos niveles de existencias en los almacenes registrados en la Bolsa de Metales de Londres (LME) proporcionaban cierto apoyo a los precios.
A las 09:38 GMT, el cobre de referencia en la LME perdía un 1.4%, a US$ 7,451 la tonelada. Los precios del metal utilizado por los inversores como indicador de la salud económica han caído un 30% desde que alcanzaron un máximo histórico de US$ 10,845 en marzo.
Los analistas de Citi esperan que el cobre caiga a US$ 6,200 la tonelada en los próximos tres meses, dijeron en una nota.
“El alto crecimiento de la oferta minera (de cobre) hasta máximos de varios años en 2023 también debería convertirse finalmente en un viento en contra”, añadieron.
Las existencias de cobre en almacenes registrados en la LME han caído un 8%, hasta las 134,400 toneladas, desde el 13 de octubre. Las órdenes de compra canceladas -metal destinado a la entrega-, que representan el 57% del total, sugieren que otras 76,400 toneladas saldrán del sistema.
La preocupación por la escasez de suministros en el mercado LME ha creado una fuerte prima para el cobre al contado sobre el contrato a tres meses. En su última cotización operaba a US$ 135 la tonelada, su máximo desde el pasado mes de noviembre.
En otros metales básicos, el aluminio bajaba un 0.7%, a US$ 2,167 la tonelada; el zinc cedía un 1.6%, a US$ 2,910; el plomo ganaba un 0.4%, a US$ 1,896; el estaño restaba un 0.4%, a US$ 18,380; y el níquel retrocedía un 1%, a US$ 22,030.
Con información de Reuters