Las monedas latinoamericanas están ganando popularidad a medida que las ventas masivas del mes pasado atraen a los inversionistas menos susceptibles a la fuerte volatilidad.
El peso mexicano, el real brasileño y el peso colombiano están volviendo a ser atractivos después de observar intensas fluctuaciones durante los últimos 30 días debido a una reevaluación por parte de los operadores de la trayectoria de las tasas de interés globales, lo que desató una caída histórica de los bonos del Tesoro estadounidense que afectó a los activos de los mercados emergentes.
El peso colombiano, que lideró las pérdidas entre las monedas de los países en desarrollo en el último mes, con una caída de más del 5%, nuevamente está atrayendo operadores de carry trade en medio de la posibilidad de que los precios del petróleo suban debido al conflicto en Medio Oriente sumada a los altos rendimientos implícitos en contratos a plazo.
El peso mexicano y el real brasileño, que se debilitaron más de 2%, también están resurgiendo como opciones atractivas debido a su alta liquidez y su resiliente actividad interna.
“Las divisas latinoamericanas han vuelto” dijo Benito Berber, economista jefe para América de Natixis. “Las divisas latinoamericanas se negociarán estables con un sesgo hacia la apreciación. Hay una pequeña revalorización en términos de probabilidad de un alza de tasas en noviembre, pero se mantiene por debajo del 12%. Nuestra opinión es que la Reserva Federal ha llegado al final del ciclo de ajuste monetario, por lo que no prevemos más aumentos”.
Sin embargo, los operadores se están alejando de las apuestas abiertamente alcistas en medio de una volatilidad global aún intensa y una plétora de cuestiones internas.
A Berber le gusta posicionarse para una ganancia del peso mexicano —que, según él, es atractivo frente a sus pares regionales— combinada con una posición corta en el real brasileño, dados los crecientes riesgos fiscales.
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México y Brasil
Los estrategas de los grandes bancos también han hecho recomendaciones sobre las monedas latinoamericanas. Para Drausio Giacomelli de Deutsche Bank, los buenos flujos, la balanza de pagos y las métricas de carry trade, así como historias externas favorables del sector —como el nearshoring en México y las exportaciones agrícolas en Brasil— hacen que sus monedas sean más resistentes, a menos que haya una gran desaceleración en Estados Unidos.
Citigroup recomendó el real brasileño y apuesta a que se fortalecerá a 4.90 por dólar desde el actual 5.05, según los estrategas Dirk Willer, Alex Saunders y David Glass.
Barclays sugirió apostar por el peso mexicano frente al dólar.
“Una disminución en la volatilidad de las tasas de interés en Estados Unidos debería ser un buen augurio para el peso”, escribieron el martes en una nota los estrategas de Barclays Andrea Kiguel, Themistoklis Fiotaki y Erick Martinez.
“El crecimiento sigue siendo fuerte, vinculado a Estados Unidos y a la narrativa del nearshoring, mientras que la inflación está disminuyendo. Banxico mantendrá una postura restrictiva por el momento”, agregaron.
Precaución
Sin embargo, el director global de divisas de Jefferies LLC en Nueva York, Brad Bechtel, llamó a la cautela y dijo que las monedas aún no están “fuera de peligro”, especialmente después de que los datos del jueves por la mañana mostraran que los precios al consumidor en Estados Unidos aumentaron a buen ritmo por segundo mes. Berber de Natixis hizo una advertencia similar y dijo que los inversionistas deberían disfrutar del repunte “mientras dure”.
Las monedas de mercados emergentes cayeron el jueves después del informe de inflación de Estados Unidos.
“El informe de inflación de hoy aumenta el riesgo de una nueva alza de tasas en diciembre y eso afectará a las divisas de mercados emergentes en general y a las latinoamericanas en particular”, dijo Bechtel.
“Los banqueros de la Fed parecen incómodos con el aumento excesivo de las tasas a largo plazo, por lo que probablemente mantendrán su retórica de esta semana y eso limitará la caída de las monedas de mercados emergentes”, agregó.
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El repunte tampoco se ha extendido a toda América Latina. El peso chileno, una de las monedas emergentes con peor desempeño en el último mes, probablemente seguirá bajo presión debido a su fuerte posición de importador de petróleo y su dependencia de las ventas de cobre a China para obtener la mayor parte de sus entradas de dólares.
Thierry Wizman, director de divisas globales y estratega de tasas de interés de Macquarie Futures, dice que todavía es pronto para ser optimista sobre el real, que puede enfrentar obstáculos adicionales si los datos sobre el gasto de los consumidores estadounidenses se desaceleran en las próximas semanas.
“El USD/BRL puede subir nuevamente a 5.25, suponiendo que todavía no veamos señales de recuperación de China”, dijo Wizman, quien añadió que el nivel sería un buen punto de entrada para el real.
El uso del real brasileño como cobertura para apuestas alcistas en el mercado local de tasas swap y acciones también puede limitar las ganancias de la moneda a corto plazo. Los inversionistas extranjeros están en corto en una cifra récord de US$ 61,700 millones, superando posiciones similares de los bancos locales por primera vez desde abril de 2021, según datos compilados por la bolsa local B3.
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