A raíz de la pandemia, prevalece ahora el trabajo híbrido, que permite contar con un espacio reducido de oficina, en el que un grupo de trabajadores realiza trabajo presencial y otro lo hace de forma remota (desde casa).
“Esta va a ser una alternativa con mejor opción de crecimiento”, pronostica Carlos Vourakis, director comercial de Properati.
Este comportamiento lo están replicando los landlords en sus oficinas tradicionales. “Hemos visto que, por ejemplo, Urbanova, Capital Center y Centenario, evalúan tener espacios flexibles o incluso ya los están ejecutando para ofrecer la opción de trabajo híbrido”, revela Luis Sánchez, senior consultant, market research en JLL Perú.
Ernesto de Olazával, CEO de Comunal, confirma que varias empresas que solían ofrecer oficinas tradicionales están buscando ahora aliarse con operadores como Comunal para darle mayor valor a su propuesta.
“No hemos concretado nada todavía, pero ya estamos en conversaciones. Se trata de empresas de real estate que tienen un banco de metros cuadrados de oficinas tradicionales que están buscando mejorar significativamente su propuesta en este nuevo contexto. Por ahí está yendo el mercado”, asegura.
El ejecutivo explica que se forma una suerte de sociedad entre ambos jugadores, donde empresas como Comunal operan y comercializan las oficinas y reparten las ganancias con el dueño de los metros cuadrados. “Antes de la pandemia teníamos un esquema similar, pero en este contexto está creciendo más y apuntamos que el crecimiento de ubicaciones y metros cuadrados se dé a través de este esquema, el de ser los partners de los dueños de las oficinas”, adelanta Olazával.
Antes de la aparición del coronavirus, el 5% del mercado de oficinas tipo A y B en Lima se destinaba a espacios de coworking o de oficinas flexibles. En el Reino Unido, el país que lidera esta tendencia, la cifra alcanza el 7%, mientras que en Estados Unidos llega al 2%. Se prevé que antes del 2030 el 30% del mercado de oficinas en el mundo se destinará a estos nuevos formatos.
“Nuestra industria se va a favorecer después de la pandemia. Cuando la situación se estabilice, las empresas van a preferir esquemas flotantes y la flexibilidad. Es la nueva manera de trabajar”, afirma Olazával.
Con eso llegan cambios. Por ejemplo, el CEO de Comunal señala que el colaborador tiene ahora más poder para decidir dónde trabajar. Hasta el momento, suele preferir un esquema híbrido. Además, el negocio de ofrecer espacios de trabajo ya no se puede limitar a seguir haciendo lo que hacía una oficina tradicional. Más bien debe apuntar a ser más flexible con el trabajador para ayudarlo en su regreso al lugar de trabajo y a ser más productivo.