Los países de la OPEP+ se preparan para adoptar una nueva estrategia tras la pandemia de COVID-19 en su reunión del miércoles, con todos los ojos puestos en cómo reaccionarán ante el aumento de los precios del crudo.
Los representantes de los 13 miembros de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), encabezados por Arabia Saudita, y sus diez socios (OPEP+), liderados por Rusia, se encuentran en una encrucijada.
Tienen que decidir la continuación del acuerdo actual, bajo la dirección del kuwaití Haitham Al Ghais, que sucede al nigeriano Mohammed Barkindo, fallecido a principios de julio.
Descrito como un “tecnócrata petrolero respetado y una figura bien conocida de la OPEP”, asumió sus funciones de secretario general este lunes, anunció la organización en un comunicado.
Después de los drásticos recortes en la producción de la primavera (boreal) del 2020, en respuesta al descenso de la demanda provocado por la pandemia de coronavirus, los países productores recuperaron la producción a niveles previos a la epidemia, al menos sobre el papel.
En tiempos normales, la producción se habría estabilizado en ese punto, pero el actual contexto de precios y la presión de Estados Unidos, dejan pensar que habrá cambios.
Controvertido viaje de Biden
A mediados de julio, el presidente estadounidense, Joe Biden, viajó a Arabia Saudita, a pesar de sus promesas de convertir al reino del Golfo en un país “paria” tras el asesinato del periodista Jamal Khashoggi en el 2018.
Una de las razones de esta controvertida visita fue convencer a Riad para que siga abriendo el grifo del petróleo para estabilizar el mercado y frenar la galopante inflación.
La reunión del miércoles podría desvelar si los esfuerzos de Biden dieron resultado.
“La administración de Estados Unidos parece anticipar que habrá buenas noticias, pero es difícil saber si es por los compromisos conseguidos por Biden”, explica Craig Erlam, analista de Oanda.
“No sería una sorpresa que los sauditas anuncien algo que Biden pueda proponer como una victoria a sus votantes”, afirma Stephen Innes de SPI Asset Management.
Según el centro de investigación de Londres Energy Aspects, la OPEP+ podría ajustar sus actuales acuerdos para seguir aumentando los volúmenes de producción.
Sin embargo, los analistas previenen de posibles drásticas subidas.
Porque la OPEP+ debe tener también presente que los intereses de Rusia, un actor clave en la alianza, son diametralmente opuestos a los de Washington.
“Arabia Saudita tiene que caminar sobre el filo de la navaja”, afirma Tamas Varga, analista de PVM Energy.
La alianza tendrá que permitir a Estados Unidos salvar las apariencias y aplacar a Rusia para garantizar la estabilidad de la OPEP+.
Cualquier decisión que se tome el miércoles tendrá que ser de forma unánime, por lo que se prevé una reunión más larga de lo normal.
“Es probable que cualquier pacto de la OPEP+ para aumentar la producción se enfrente al escepticismo del mercado, dadas las ya evidentes limitaciones de suministro de la alianza”, afirma Han Tan, de Exinity.
La alianza no cumple habitualmente con las cuotas de producción ya asignadas, y ha tenido problemas para volver al nivel previo a la pandemia.