Los precios del crudo subían el lunes, impulsados por el optimismo sobre la demanda china, los continuos recortes de producción de los principales productores y los planes de Rusia para frenar la oferta.
A las 1020 GMT, el crudo Brent subía 59 centavos, o un 0.7%, a 83,59 dólares el barril, mientras que el West Texas Intermediate (WTI) para marzo, que vence el martes, ganaba 58 centavos, o un 0.8%, a 76,92 dólares, y el contrato más activo de abril mejoraba un 0.7%, a 77,06 dólares.
Los índices referenciales cayeron 2 dólares el viernes, acumulando un descenso cercano al 4% en la semana, después de que Estados Unidos informó de un aumento de los inventarios de crudo y gasolina.
El grupo de productores OPEP+, formado por la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) y aliados como Rusia, acordó en octubre recortar sus objetivos de producción en 2 millones de barriles diarios (bpd) hasta finales de 2023.
Por su parte, Rusia tiene previsto recortar en marzo su bombeo en 500,000 bpd, lo que equivale a cerca del 5% de su producción, después de que Occidente impuso topes de precios al crudo y los productos petrolíferos rusos.
Los analistas, por su parte, prevén que las importaciones petroleras chinas alcancen un récord en 2023 para satisfacer la creciente demanda de combustible para el transporte y a medida que entren en funcionamiento nuevas refinerías.
Analistas de Goldman Sachs dijeron en una nota el 19 de febrero que es probable que la futura escasez de oferta de petróleo impulse los precios hacia los 100 dólares por barril a finales de año.
Los precios subirán “a medida que el mercado vuelva a ser deficitario, con la falta de inversión, las limitaciones del esquisto y la disciplina de la OPEP asegurando que la oferta no cubra la demanda”, escribieron.