En varios países de Latinoamérica se vienen realizando actividades de captación de usuarios por parte de empresas formales e informales que ofrecen gran rentabilidad de dinero a cambio de que el usuario invierta cierta cantidad de dinero. Muchos de los captadores de la supuesta inversión lo denominan crowdfunding, pero no siempre es así.
El crowdfunding (o como se denomina en la norma peruana, financiamiento participativo financiero) es la actividad mediante la cual una empresa pone en contacto a un grupo de inversionistas con una persona natural o jurídica que busca recibir un financiamiento, según el Decreto de Urgencia 013-2020.
Los inversionistas tienen que buscar un retorno financiero en la operación. La inversión se podrá hacer mediante un préstamo o mediante valores (acciones o bonos).
¿El crowdfunding es lo mismo que un esquema piramidal?
No. Según explica Juan José Hopkins, socio de Sumara Hub Legal, la principal diferencia es que la sociedad que administra la plataforma de crowdfunding tendrá que ser, necesariamente, una empresa regulada por la Superintendencia del Mercado de Valores (SMV). “Por lo tanto, existirá la seguridad de que la misma cumple con ciertos estándares y requisitos establecidos por la normativa peruana”, afirma.
Otra diferencia es que, mediante el crowdfunding, el retorno de la inversión no se generará por la incorporación de otras personas al esquema —como se requiere en las pirámides, lo cual no es sostenible en el tiempo— sino que será generado por los intereses, ganancias de capital o dividendos que pagará el receptor de la inversión.
“En consecuencia, la plataforma no buscará, como en un esquema piramidal, que cada vez más personas se sumen a la plataforma, sino que buscará oportunidades de inversión para que los inversionistas puedan colocar su dinero”, explica Hopkins.
Los retornos de la inversión dentro de un esquema piramidal pueden ser muy grandes, pero no tienen una explicación detrás. “No hay una explicación de por qué se va a pagar 20% o 50%, solo hay una promesa de que uno va a recibir mucho dinero”, apunta Hopkins. En cambio, mediante el crowdfunding se hace una inversión en una empresa, proyecto o persona específicos y hay una razón que explica el retorno.
Para seguridad de los inversionistas, la plataforma de crowdfunding deberá hacer una evaluación del riesgo que cada operación representa, presentando a los posibles inversionistas la información de la empresa y el proyecto que se busca financiar, así como otra información que se considere relevante para evitar que exista un desbalance en la información que reciba el inversionista.
“Será el propio inversionista quien decida en qué proyectos o con qué receptores realizará inversiones, dependiendo del riesgo que quiera asumir. En consecuencia, no existirá un mecanismo automático de inversión, por lo que los inversionistas conocerán de antemano con quién y en dónde se colocará su dinero”, aclara el socio de Sumara Hub Legal.
Muchos esquemas piramidales terminan siendo una estafa. La ley aún no contempla sanciones para las empresas que estafen como personas jurídicas, pero sí para sus representantes o directivos. La sanción penal es de uno a seis años de cárcel, con agravante que pueden ser de cuatro a ocho años.
¿Qué ventajas tiene el crowdfunding?
El crowdfunding tiene varias ventajas. Hopkins explica que, por el lado del inversionista, el crowdfunding permite hacer una inversión directa en un proyecto o receptor, y recibir un mayor retorno del que se obtendría en un banco o en otras inversiones de riesgo similar.
Asimismo, se tiene en la plataforma de crowdfunding un aliado que ayudará al inversionista a conocer los riesgos del negocio en el que está entrando, disminuyendo el riesgo de desbalance de información.
Por el lado del receptor, este tiene acceso a un nuevo mercado de financiamiento, ya que se puede acceder a inversionistas que probablemente tengan un apetito de riesgo mayor que un banco u otra empresa, pudiendo financiar proyectos que no serían aceptables en el sistema.
Hopkins agrega que el costo de acceder a este financiamiento será menor que en el mercado de valores, por lo que el crowdfunding está disponible para un mayor número de personas.
¿Cuándo optar por el crowdfunding?
El socio de Sumara Hub Legal afirma que el crowdfunding es ideal para empresas que estén en crecimiento y que no puedan tener acceso aún al mercado de valores o al sistema financiero.
Además, es un mecanismo alternativo pensado en personas o empresas que tengan un proyecto muy bueno pero que no cumplan con los requisitos del sistema, con lo que pueden apelar directamente a los inversionistas que puedan tener un mayor apetito del riesgo o que puedan ver una muy buena oportunidad de crecimiento.
“Si el proyecto no está bien desarrollado o aún no está en un proceso de madurez suficiente, es preferible no usar este sistema y más bien ir a personas cercanas (amigos, familiares, etc.) o a inversionistas ángeles que puedan buscar una inversión con potencial, pero con un horizonte mucho más largo (de cinco a siete años)”, sugiere Hopkins.