Los inversionistas se dirigen directamente a los bonos en dólares de los países latinoamericanos mejor posicionados para sobrevivir a la pandemia relativamente ilesos, incluso a medida que aumentan los contagios.
“Los que claramente cumplen los requisitos son Perú, Chile y quizás Uruguay”, dijo Álvaro Vivanco, jefe de estrategia latinoamericana de Natwest Markets en Stamford. “Están haciendo el trabajo correctamente”.
Las notas de estas naciones están clasificadas entre las deudas en divisas de mejor desempeño de los gobiernos latinoamericanos este año, según el índice Bloomberg Barclays . Los bonos de Perú con vencimiento en el 2050 lideran las alzas, con una ganancia de 7.5%. La nota de Chile con vencimiento en el 2026 aumentó 4% en el mismo período.
Una división entre notas soberanas de grado de inversión y las de alto rendimiento se ha convertido en un tema de la era de la pandemia en todo el mundo en desarrollo, dijo Diana Amoa, operadora de dinero de JPMorgan Asset Management, con sede en Nueva York. En América Latina, Perú y Chile tienen un mayor acceso a los mercados de deuda y margen para compensar las consecuencias económicas de la pandemia, dijo.
“El crédito de grado de inversión generalmente se ha mantenido mejor que el de alto rendimiento”, explicó. “Especialmente en un momento en que hay un mayor enfoque en el riesgo de solvencia en algunos de los créditos de mercados emergentes más débiles”.
Perú, entre las economías regionales de más rápido crecimiento durante las últimas dos décadas, atrajo a los inversionistas cuando el virus lo golpeó y lanzó el mayor paquete de estímulo en América Latina.
Chile, a pesar de las protestas contra la escasez de alimentos, todavía cuenta con fuertes balances y baja deuda y ha adoptado una política monetaria más relajada. El banco central redujo su tasa clave a un récord de 0.5% este año y comenzó a comprar bonos en el mercado secundario para aumentar la liquidez.
Solo se puede llegar tan lejos con fundamentos económicos sólidos. La economía peruana se contrajo por primera vez en más de una década en marzo. La nación ya registra al menos 3,000 muertes relacionadas con COVID-19.
El número de personas contagiadas en Chile también ha aumentado, avivando el descontento social que causó el estallido del año pasado que buscaba que se abordara el tema de la desigualdad económica.
Aún así, sus esfuerzos superan a muchos pares regionales con posiciones fiscales más débiles. Argentina está al borde de un default y Ecuador escapó por poco del suyo al retrasar los pagos hasta agosto. Brasil enfrenta aún más incertidumbre en medio de las disputas del presidente, Jair Bolsonaro, con expertos en salud y gobernadores sobre la crisis de salud.