El pasado 26 de diciembre el Poder Ejecutivo publicó el Decreto de Urgencia (DU) 032-2019 que modula el déficit fiscal entre los años 2021 y 2023 a fin de tener espacio para llevar a cabo una mayor inversión en infraestructura, así como un mejor manejo de los activos del país, lo que permitirá reducir el pago de intereses por la deuda.
Con ello, el déficit fiscal del año 2021 sería de 1.8% del PBI; en el 2022 de 1.6%; en el 2023 de 1.3%; y es recién en el 2024 cuando se llegaría a 1% del PBI.
Según explicó el Ministerio de Economía (MEF), con esta acción se ampliaría el déficit fiscal durante el periodo 2021-2023 en 1.7 puntos porcentuales del PBI (parte de los 2.3 puntos porcentuales que no se utilizaron durante los años 2018 y 2019).
Cabe indicar que con la actual trayectoria del déficit fiscal, se tendría que pasar de 2% del PBI en el 2020 a 1% en el 2021.
Mantenerla, explicó el MEF, implicaría un retiro significativo del impulso fiscal en el año 2021, lo cual podría incidir negativamente en el crecimiento de la economía, considerando los riesgos externos a los que está expuesto.
Al respecto, el vicepresidente de Riesgo Soberano de Moody’s Investors Service, Jaime Reusche, manifestó a Gestión Espresso que la mencionada norma puede estimular ciertos sectores productivos pero deberá hacerlo de manera sostenida.
“Debemos todos estar conscientes que la aceleración del crecimiento no debe apoyarse únicamente en medidas fiscales sino también en las medidas que impulsen la productividad”, indicó Reusche.
Agregó que, desde el punto de vista de la calificación de “A3” de Perú y la perspectiva “estable”, Moody’s no observa que la nueva trayectoria fiscal afecte de manera negativa el perfil crediticio del Perú, siempre y cuando el aumento en el déficit sea explicado por mayor gasto en infraestructura y no en mayor gasto corriente.
“El Estado peruano tiene serias deficiencias en cuanto a la efectividad del gasto, los múltiples escándalos de corrupción reflejan esto, por lo que es importante cuidar el espacio fiscal y no malgastarlo”, precisó el ejecutivo peruano, en declaraciones realizadas desde su oficina ubicada en la isla de Manhattan, en Nueva York.
Reusche añadió que la capacidad de gestión en el sector público es “bastante limitada y eso lo tomamos en cuenta al considerar que los déficits anuales de 1.8% del PBI, 1.6% y 1.3% los vemos como techos y no metas, según lo que nos han adelantado las autoridades”.