:quality(75)/cloudfront-us-east-1.images.arcpublishing.com/elcomercio/BNS4RWZS6JHYHLCYZPKGXFO6VA.jpg)
La conflictividad social, que afecta no solo a la producción y las exportaciones mineras, sino también a sus inversiones, empieza a impactar de forma sostenida también en los trabajadores de esa industria extractiva, según reportes de las empresas del ramo.
Al cumplirse casi un mes de bloqueos continuos en carreteras en el sur del país, la Sociedad Nacional de Minería, Petróleo y Energía (SNMPE) informó que 30,000 los trabajadores mineros se están viendo afectados por los ataques y las interrupciones en el corredor minero del sur.
Magaly Bardales, presidenta del Comité Sectorial Minero de la SNMPE, declaró que los incendios, robos, invasiones de campamentos y bloqueos han llevado a las empresas a evacuar o retirar de las operaciones a esa cantidad de trabajadores afectados, que representan el 13% del total de personal que labora en minas a nivel nacional.
¿De qué minas se ha retirado trabajadores?
Por su parte, Carlos Gálvez, miembro del consejo consultivo de ese gremio y ex presidente del mismo gremio, indicó que parte de los trabajadores que han sido retirados de campamentos mineros corresponden a los de las empresas Las Bambas, Antapaccay y Hudbay (ubicadas en el sur).
LEA TAMBIÉN: Suspensión perfecta: medida extrema retorna por efecto de convulsión social desde febrero
Cabe señalar que Li Liangang, presidente ejecutivo interino de MMG Limited, anunció este domingo que, tras las interrupciones del transporte que afectaron el tránsito de entrada y salida a Las Bambas, se vieron obligados a iniciar una desaceleración progresiva de su operación en esta mina.
En un comunicado indicó que, si la situación no cambia, la mina no podrá continuar la producción de cobre a partir del 1 de febrero y que la operación entraría en un periodo de cuidado y mantenimiento.
Tendencia en caída se agudizaría
Según el ultimo boletín de minería del Ministerio de Energía y Minas (Minem), en noviembre pasado, 18,067 trabajadores mineros dejaron de laborar en esa actividad, al haberse registrado un total de 230,710 personas en esa actividad, es decir 7.3% menos que en el mismo mes del 2021.
Es decir que, si bien el Minem había previsto ya en noviembre que al cierre del 2022 el empleo en el sector minero se mantendría sobre los 200 mil trabajadores, al registrarse en enero 30 mil empleos menos, la tendencia declinante en el empleo minero se habría agudizado.
¿Qué pasaría con los trabajadores afectados?
En este escenario, en el que las empresas retiran a sus trabajadores de sus centros de trabajo, según Germán Lora, socio de Damma Legal Advisors, se les podría aplicar una suspensión perfecta de labores, que corresponde cuando se producen casos fortuitos en que los empleadores no tenían previsto dejar de operar.
“Si las empresas no tenían mapeado suspender sus operaciones, y no pueden dar servicio ni pueden emplear al trabajador, se suspende la relación laboral”, anotó el experto laboralista.
Remarcó que tal suspensión perfecta de labores corresponde tanto cuando el trabajador tiene una relación directa con la empresa, como cuando labora indirectamente a través de una empresa tercerizadora.
Pero, además, recordó que una suspensión perfecta de labores debe ser previamente aprobada por la autoridad de trabajo. Pero, añadió, el empleador también podría desligarse totalmente del trabajador, si el vínculo laboral es temporal, en cuyo caso la empresa puede dar por concluido el contrato de trabajo.
En ese aspecto, vale referir que, según el Minem, del universo de trabajadores (230,710 en noviembre), el 29.6% se encontraba contratado directamente por empresas mineras, mientras que el grueso, un 70.4%, era personal proveído por contratistas.
LEA TAMBIÉN: Minería ilegal e informal: operaciones multimillonarias que se despliegan en todo el país
Por su parte, Miguel Cardozo, director del Instituto de Ingenieros de Minas del Perú, indicó que no cree que se vaya a producir una separación definitiva de los 30 mil trabajadores afectados, “simplemente los tienen que sacar porque enfrentan riesgo” (ante la creciente violencia en el sur).
“Además, (las empresas) no tienen cómo atenderlos, ¿cómo traen los productos que se necesitan para la alimentación, y no pueden hacer cambios de guardia, cuántos de ellos habrán trabajado varios turnos seguidos, y ahora les toca descanso, hay una variedad de casos, segun cuantos trabajen directa o indirectamente”, anotó.
