Las personas que no reconocen sus capacidades a menudo temen que descubran que son un fracaso. (Foto: Freepik)
Las personas que no reconocen sus capacidades a menudo temen que descubran que son un fracaso. (Foto: Freepik)

Haber alcanzado el éxito profesional y laboral hace sentir a las personas que valen mucho y son importantes; sin embargo, no todas piensan así, ya que algunas consideran que los logros que han obtenido se tratan de “golpes de buena suerte” y que en cualquier momento desaparecerán. Aunque cueste creerlo, este trastorno existe y es más habitual de lo que parece. ¿De cuál se trata? Del síndrome de impostor.

¿Qué es el síndrome del impostor?

Es la sensación que tiene una persona que, a pesar de haber tenido logros académicos, profesionales o laborales, los atribuye a factores externos y no a su capacidad intelectual.

Aida Baida Gil, asesora profesional y autora del libro "Cómo superar el síndrome del impostor", señala a que la gente que lo padece tiene la sensación de no estar nunca a la altura. “De no ser lo suficientemente bueno, competente o capaz; de ser un impostor, un fraude”.

La especialista contó que tuvo esa sensación durante su carrera científica y descubrió que no sólo le ocurría a ella, sino a los demás, especialmente en profesionales en donde la competencia es muy alta.

Las personas con este trastorno están en entornos de competencia alta. (Foto: Freepik)
Las personas con este trastorno están en entornos de competencia alta. (Foto: Freepik)

¿Desde cuándo se puede presentar?

Este término fue acuñado por primera vez en 1978 por Pauline Clance cuando lo experimentó en la escuela. Ella narra que cada vez que había un examen tenía un miedo terrible de desaprobar, pero al final no era así. “Pensaba que mis traumas se debían al entorno educativo, pero después me convertí en profesora y comencé a escuchar testimonios de otros alumnos que sacaban muy buenas notas y que tenían el mismo problema”.

“La mayoría de las personas que sufren el síndrome del impostor no dirían que se sienten como impostores, pero cuando oyen hablar sobre el tema a menudo exclaman: '¡Así es exactamente como me siento!'”, asegura.

Niveles del síndrome del impostor

Baida asegura que este trastorno tiene dos niveles: a) el que aparece con el tiempo y la experiencia cuando asumimos nuevos retos y b) otro más grave que empeora con el paso de los años porque nos lleva a pensar que nunca hemos logrado nada con nuestro esfuerzo.

A menudo estas personas tienen miedo que descubran que sus éxitos no han sido alcanzados por ellos, sino por un golpe de suerte, aunque la realidad no sea esa. (Foto: Freepik)
A menudo estas personas tienen miedo que descubran que sus éxitos no han sido alcanzados por ellos, sino por un golpe de suerte, aunque la realidad no sea esa. (Foto: Freepik)

Ligado al pesimismo defensivo

Según Evaristo Fernández, profesor de Psicología Diferencial de la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED, España), este síndrome está ligado al pesimismo defensivo pues tienen cosas en común. “La existencia de dudas acerca de la propia habilidad, el miedo al fracaso y el mantenimiento de unas bajas expectativas de resultado, todo ello a pesar de una importante historia de éxitos”, señaló en un ensayo publicado por la Asociación Española de Psicología Clínica y Psicopatología (AECP).

Para él, los que padecen este trastorno no se creen merecedores de los éxitos que obtienen y sienten que están estafando a los demás. Peor aún, temen que se descubra que no son tan inteligentes como parecen.

Las personas con síndrome del impostor viven atormentadas con el éxito que consiguen. (Foto: Freepik)
Las personas con síndrome del impostor viven atormentadas con el éxito que consiguen. (Foto: Freepik)

Causas de este trastorno

Sucesos ocurridos durante la infancia. Las personas que fueron criticadas cuando eran niños, y también jóvenes, por sus padres, profesores, hermanos mayores o algún familiar presentarán este problema. Incluso, los profesionales exitosos que no sacaban buenas calificaciones en la escuela pondrán en duda sus habilidades.

Causas cognitivas. Relacionadas a la forma sobre cómo se percibe la realidad. Si alguien con este síndrome obtiene buenos resultados, o también malos, los atribuirá a factores externos ajenos a ellos como: el azar, la suerte, el favoritismo, influencias, amuletos, entre otros.

Estereotipos sexuales. La especialista menciona que aunque este problema se presente igual en hombres y mujeres, algunos mensajes en la sociedad influyen más en un determinado sexo. “La presión de ser madre y, al mismo tiempo, una profesional de éxito”, saca de cuadro a muchas personas que aseguran no saber cómo logran tantas cosas buenas.

Las mujeres, por el tema social, sienten que su trabajo y logros fueron obtenidas por temas de suerte. (Foto: Freepik)
Las mujeres, por el tema social, sienten que su trabajo y logros fueron obtenidas por temas de suerte. (Foto: Freepik)

Diferencias salariales. Las brechas de remuneración en el mundo actual también están marcando este tipo de trastornos en las mujeres, quienes no se sienten capaces de ganar más que un hombre.

Percepción de éxito, fracaso y competencia. “Las personas que sufren el síndrome son muy exigentes consigo mismas y tienen una lista de requisitos prácticamente imposibles de llevar a cabo”, menciona la asesora profesional.

¿Cómo combatir el síndrome del impostor?

La persona que padece este trastorno tiene que aprender a reconocer que su esfuerzo, conocimiento, habilidades e inteligencia lo pueden llevar a alcanzar el éxito, pero ¿cómo lograrlo?

Un primer paso según la experta Aida Baida es dar las gracias la próxima vez que le den un cumplido sin justificar sus logros. Si esa sensación persiste “investigues más sobre el tema, reconozca las normas que se exige a sí mismo y cambie los guiones internos cada vez que se enfrente a una situación de estrés”.

Aunque resulte complicado, las personas con este trastorno pueden salir adelante y reconocer que son capaces de alcanzar el éxito. (Foto: Freepik)
Aunque resulte complicado, las personas con este trastorno pueden salir adelante y reconocer que son capaces de alcanzar el éxito. (Foto: Freepik)

Vanesa Fernández López, psicóloga especialista en emociones, señala que “una buena estrategia es que cada vez que tenga un éxito o un fracaso anote en una columna si cree que ha dependido o no de usted. Si es general (se dará en cualquier contexto) o específico (solo ocurrirá en esa situación concreta), o si es temporal (ha ocurrido sólo esa vez) o permanente (se dará en otras circunstancias). Reflexione sobre las implicaciones que tienen sus respuestas y si lo considera posible o conveniente contrástelas con lo que piensan otras personas que lo conocen”, escribió en la revista web consultas.

Asimismo, recomienda hacer una lista de sus puntos fuertes y débiles en diversos aspectos: laboral, académico y personal. Luego anote al lado de cada uno la estrategia para mejorar aquellos aspectos que considere necesario. Con esto ganará seguridad en sus propias posibilidades.