Cuántas veces nos ha pasado que le decimos algo a una persona y ésta lo entiende de forma diferente o simplemente lo malinterpreta. Los errores verbales suelen ocurrir porque decimos las cosas sin pensar en las consecuencias que pueden llegar a tener o sus posibles interpretaciones.
Comprender esto requiere de conciencia social, que es la capacidad de captar las emociones y experiencias de otras personas.
TalentSmart ha hecho pruebas con la inteligencia emocional (EQ) de más de un millón de personas y descubrió que la conciencia social es una habilidad que a muchos de nosotros nos falta.
Esto sucede porque estamos tan concentrados en lo que vamos a decir y en cómo nos van a contestar, que no ponemos atención suficiente a lo que podemos hacer sentir a los demás.
Esto es un problema porque las personas somos complicadas. Así que si queremos entender qué está pasando por la cabeza del otro, necesitamos focalizar toda nuestra atención hacia nuestro interlocutor.
La ventaja de la conciencia social es que con pequeños ajustes podemos modificar en grande nuestras relaciones con los demás.
1. “Te ves cansado” Las personas cansadas se ven cero atractivas. Tienen ojos caídos, cabello desordenado, dificultad para concentrarse y están irritables. Decirle a alguien que se ve cansado implica todo lo anterior y algo más.
Mejor decir: “¿Todo bien?” La mayoría de las personas que preguntan esto tienen la intención de ayudar. Así que en vez de asumir el estado de alguien mejor consúltaselos directamente. De esta manera la persona podrá abrirse y compartir. Y lo más importante, en vez de verte grosero, te verás preocupado.
2. “¡Wow, has perdido muchísimo peso!” Una vez más un comentario “bien intencionado” —en este caso un cumplido— que parece una crítica. Decirle a alguien que “está muy delgado” da a entender que antes se veía gordo o poco atractivo.
Mejor decir: “Te ves increíble”. Es fácil porque en vez de comparar su aspecto anterior al de ahora, solo estás diciéndole un cumplido de lo bien que luce.
3.“De todos modos siempre fuiste demasiado para él/ella” Cuando alguien rompe con una relación ya sea personal o profesional, este comentario implica que tiene mal gusto y que hizo una mala elección.
Mejor decir: “La que perdió fue ella”. Esto brinda apoyo sin la necesidad de apelar a la crítica.
4. “Es que tú siempre…” o “es que tú nunca” Nadie nunca o siempre hace algo. Las personas no se ven a sí mismas en una sola dimensión, así que no las definas como tal. Estas frases hacen que las personas se pongan a la defensiva y repelen tu mensaje. Está mal, porque normalmente cuando utilizas estas palabras es porque vas a hablar de un tema importante, así que procura evitarlo.
Mejor decir: simplemente señala lo que te molestó de la otra persona. Básate en los hechos. Si hace eso de manera repetitiva y la frecuencia de este comportamiento se vuelve un problema, siempre puedes decir: “Haces esto muy seguido”.
5. “Te ves increíble para tu edad” Toda comparación puede ser grosera dependiendo la forma en que se dice. Nadie quiere ser “demasiado listo para un deportista” o estar en muy buena condición para alguien de cierta edad. Ese tipo de equiparaciones suelen ser muy agresivas porque las personas simplemente quieren estar bien sin importar la edad o el estilo de vida que tengan.
Mejor decir: “Te ves muy bien”. Los cumplidos reales no necesitan de calificativos.
6. “Como ya dije antes” Todos olvidamos cosas de vez en cuando y esta frase hace que suenes como si estuvieras insultado por tener que repetir lo mismo. Para el receptor también es difícil ya que seguramente está interesado en escuchar tu punto de vista. Molestarte por tener que repetir las cosas sugiere que eres una persona insegura o que te crees más que los demás (o las dos).
Mejor decir: cuando tengas que repetir algo, ve qué le puedes agregar a tu mensaje para que sea más interesante y pueda llegarle mejor a la otra persona. Así ya no se les olvidará.
7. ”Buena suerte” Este es sutil y depende del tono en que lo digas. Obviamente no es el fin del mundo si lo haces, pero puedes hacerlo mejor ya que esta frase implica que la persona necesita de buena fortuna para tener éxito.
Mejor decir: “Sé que puedes con eso” o “tienes todo lo que necesitas”. Esto es mejor porque sugieres que esa persona tiene las habilidades necesarias para tener éxito. Aparte le estás brindando confianza y resaltarás entre todos los que simplemente están deseándole suerte.
8. “Depende de ti” o “lo que quieras” Tal vez la pregunta te es indiferente, pero tu opinión es importante para la persona que te está cuestionando (si no, no te hubiera consultado).
Mejor decir: “No tengo una opinión fuerte. Pero creo que las cosas que deberías considerar son…”. Cuando das tu punto de vista (aunque realmente no tengas una preferencia) demuestras que te importa la persona que te preguntó.
9. “Por lo menos yo nunca… ” Esta frase es una forma muy agresiva de desviar la atención de un error que cometiste señalando un fallo que otra persona pudo haber hecho (y que ya tuviste que haber superado, por cierto).
Mejor decir: “Lo siento”. Aceptar tu error es la mejor forma de llevar la plática a un punto más racional para que las cosas resulten bien. Admitir la culpa de prevenir que la discusión crezca.
En conclusión, los pequeños detalles hacen la diferencia en las conversaciones diarias (como todo en la vida). Intenta estas sugerencias, te sorprenderá la respuesta que obtendrás.
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LinkedIn es la red social de los profesionales orientada a empresas, negocios y el empleo. Fue fundada en 2002 fue Reid Hoffman, Allen Blue, Konstantin Guericke, Eric Ly y Jean-Luc Vaillant, siendo lanzada en mayo de 2003.
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