Por Jackie Coleman
Todos sabemos que los despidos son difíciles. Crean estrés, preocupación e inestabilidad financiera, sin mencionar el dolor por un trabajo que usted amaba o los colegas que extraña. Desafortunadamente, los despidos son bastante comunes. En los Estados Unidos, aproximadamente 40% de los estadounidenses han sido despedidos al menos una vez en su carrera.
Los despidos, debemos recordar, son un asunto de familia. Esto significa abordar las conversaciones y cualquier problema que tengan de una manera clara y apropiada para su edad. He aquí algunas cosas que puede hacer para ayudar a su familia a sobrellevar la pérdida de un trabajo.
Prepárese para la conversación: Tendrá que decirle a su familia que ha perdido su trabajo, y probablemente con bastante rapidez. Es probable que sus emociones estén crudas y probablemente aún se preocupe por lo que está sucediendo. Lo mejor que puede hacer es decidir (de antemano) cuál es el objetivo de la conversación, qué está dispuesto a compartir y qué es mejor no decir.
Sea apropiado para la edad: Una conversación con un niño de 4 años será muy diferente a una con un adolescente. Con los niños más pequeños, la terminología importa mucho; trate de hablar en términos que entiendan. Los niños mayores, sin embargo, tienen una comprensión más matizada de las implicaciones de la pérdida del trabajo.
Sea auténtico: Su instinto puede ser ocultar lo que siente en un esfuerzo por proteger a los niños, pero en realidad es saludable para ellos hablar acerca de emociones reales. Cuando los padres modelan emociones honestas, los niños tienen la oportunidad de ver a mamá y papá como humanos y ser testigos de la resiliencia y los mecanismos de afrontamiento saludables. Usted debería compartir qué es lo que siente, por qué y cómo está manejando esos sentimientos. Solo una breve advertencia: No busque apoyo emocional en los niños. Ese no es su papel.
Desarrolle un mantra familiar: Un despido puede ser un momento de aprendizaje. Piensen juntos sobre lo que los define y cómo enfrentan los tiempos difíciles. Haga de eso una afirmación positiva sobre quiénes son como familia. Por ejemplo, “Somos Colemans y podemos hacer cosas difíciles juntos”. Los estudios muestran que estas afirmaciones positivas cambian las rutas neuronales e iluminan el centro de recompensa del cerebro. Esto también les da a sus hijos una sensación de estabilidad y trabajo en equipo.
Sea consistente: Los niños prosperan con una rutina familiar estable. Aunque pueden ser necesarias modificaciones, mantener la semana lo más normal posible aumenta la sensación de seguridad y protección.
Hagan los cambios necesarios como familia: Aunque la consistencia es una meta, es probable que se necesiten algunos cambios en el estilo de vida. Aproveche la oportunidad de involucrar a los niños en la lluvia de ideas y el desarrollo de sugerencias presupuestarias. Los temas apropiados pueden ser pensar en el presupuesto de comestibles, las actividades de fin de semana o el dinero para ropa.
Servir juntos: la investigación muestra que el servicio a los demás puede ayudar a los participantes a ver más allá de sus propias situaciones y dolor, por lo que encontrar formas de trabajar juntos como voluntarios puede ser muy beneficioso.
Recuerde, los despidos son una oportunidad para modelar valor, resiliencia, positividad y perseverancia. Tener que modelar estos rasgos puede hacer que usted mismo los sienta, lo que incluso puede ayudarlo a conseguir su próximo trabajo.