Esta semana el viceministro de Promoción del Empleo, Camilo León, durante su presentación en el Congreso anunció que el Ejecutivo viene elaborando un esquema de seguro de desempleo para el Perú, tomando como base un informe presentado por la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
Si bien refirió que el esquema del seguro de desempleo aún no ha sido culminado, adelantó que se financiaría con descuentos de la remuneración del trabajador y subsidios del Estado. El seguro daría un pago a la persona por un tiempo limitado, mientras busca un nuevo empleo. León no mencionó si el seguro de desempleo reemplazaría o no a la Compensación por Tiempo de Servicio (CTS).
Al respecto, los analistas subrayaron que el Ejecutivo deberá ser muy cuidadoso en elaborar la propuesta, para no generar más costos a las empresas o reducir beneficios al trabajador, pues en esos casos se generaría un rechazo y la medida se volvería inviable.
El tema de la CTS tendría que ser el primer punto a definir por el Ejecutivo, pues si se busca su reemplazo, el seguro de desempleo tendría que ofrecer un beneficio mayor, pues de lo contrario sería rechazado por los trabajadores.
Germán Lora, socio del estudio Damma, subraya que en el Perú el universo de trabajadores que sufren despidos es pequeño, menos del 7%, pues la mayoría tiene contratos a plazo fijo. Por lo tanto, el universo de potenciales beneficiarios con el seguro de desempleo sería pequeño.
El trabajador formal recibe CTS, sea despedido o renuncie. Mientras que el seguro de desempleo solo se activa en caso de despido. “¿El trabajador estará dispuesto a dejar la CTS?”, se pregunta Lora. Lo ve difícil, más aún cuando el nivel de rotación en Perú es alto, por lo que el trabajador podría encontrar rápidamente un nuevo empleo.
Entonces, pasar de un beneficio seguro con la CTS a un beneficio poco usado con el seguro de desempleo probablemente genere más rechazo que aceptación entre los trabajadores.
Lora recuerda que estos fueron algunos de los motivos de por qué en el 2017 un informe de la Comisión de Protección Social creada durante el Gobierno de PPK recomendó no crear el seguro de desempleo hasta que se reduzca el nivel de informalidad laboral y aumenten los contratos por tiempo indefinido.
Un segundo escenario sería que el seguro de desempleo se sume a la CTS y esta no desaparezca. “¿Ese costo adicional lo asumirá el empleador? Habría que tener cuidado con propuestas populistas y poco viables”, advirtió Lora.
Para el abogado laboralista Jorge Toyama, socio de Vinatea & Toyama, plantear un seguro de desempleo sin reemplazar a la CTS resultaría innecesario.
“En caso de despido, el trabajador tendría un triple beneficio: la CTS, la indemnización por despido arbitrario y el seguro de desempleo. En países como Estados Unidos hay un seguro de desempleo pues no existe ni CTS ni indemnización”, refiere.
Una posibilidad para evitar el rechazo que generaría un seguro de desempleo que reemplace a la CTS sería evaluar que el seguro pueda implementarse pero solo en el caso de los trabajadores de microempresas, pues ellos no cuentan con CTS, indicó Toyama. “Pero plantearlo con mucho cuidado en no elevar costos al trabajador o a la empresa”, anotó.
No obstante, para Toyama antes que pensar en un seguro de desempleo, el Ejecutivo debería concentrar sus esfuerzos en formalizar al 80% del mercado laboral. Así, podrían ser mejor aprovechados los recursos del Estado con subsidios temporales para promover la contratación formal.