Ser un mentor inverso puede resultar intimidante, especialmente si usted es nuevo en el lugar de trabajo. He aquí algunos obstáculos que puede encontrar al participar en una mentoría inversa y cómo navegarlos:
Falta de confianza
El desafío más obvio que enfrentará es la diferencia en el poder posicional con su mentor, que a menudo se ve reforzado por el entorno de la persona mayor. Muchos líderes no reconocen lo intimidantes que pueden ser ellos y su entorno.
Cuando se sienta intimidado o tenga dudas, respire profundamente y recuerde que esta persona le ha pedido ayuda, por lo que tiene conocimientos que vale la pena compartir. Dígase a sí mismo que confía en sus habilidades y que valora lo que aporta.
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Falta de vulnerabilidad por parte de su aprendiz
Un desafío mayor y menos obvio que enfrentan los mentores inversos es llegar a conocer y comprender verdaderamente a su aprendiz más senior.
Para superar este obstáculo, tiene que crear una relación psicológicamente segura. Como ocurre con cualquier relación de mentoría, esto comienza con la construcción de una base de confianza. Debe confiar en que su aprendiz estará abierto a aprender y a que se examinen sus ideas.
Del mismo modo, su aprendiz debe confiar en que puede compartir cosas con usted, incluso si eso lo hace sentir vulnerable. Su aprendiz también debe confiar en que usted no lo juzgará por algunas de sus suposiciones o puntos de vista.
Una actitud exagerada
¿Otra forma importante de generar confianza? Recuerde que las buenas preguntas pueden ser mejores que saltar y dar muchos consejos. Antes de compartir sus conocimientos, debe dedicar tiempo a explorar lo que su aprendiz ya sabe y lo que quiere aprender.
Por ejemplo, digamos que su aprendiz quiere contratar más jóvenes en la empresa y le pide consejo. En su primera reunión, es posible que desee compartir sus ideas de inmediato: “Me alegro de que me hayas preguntado sobre mi experiencia. Tengo muchas ideas sobre por qué no se están reclutando más personas de mi edad”.
Sin embargo, un mejor enfoque sería comenzar con una pregunta: “Me encantaría compartir mis pensamientos. Podrías ayudarme a comprender qué preguntas específicas tienes. ¿Qué puedes decirme sobre dónde crees que la empresa tiene dificultades con el reclutamiento?
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Una actitud defensiva (por su parte)
Otro posible obstáculo que puede encontrar es el defensivo por su parte. Debido a sus diferencias generacionales, su aprendiz puede tener actitudes o suposiciones que lo desencadenen o lo hagan sentir incómodo.
Si bien es difícil, debe adoptar una respuesta de dos pasos: curiosidad seguida de compartir perspectivas. Comience con algo como: “¿Puedes contarme más sobre lo que has observado y que te llevó a esa conclusión?” Una vez que el aprendiz haya tenido la oportunidad de responder, podría decir: “Puedo entender cómo llegaste allí. ¿Estaría bien si compartiera mi propia experiencia y observaciones? Puede que sean diferentes a las tuyas, pero pueden ayudar a completar el cuadro”.
Por Rik Nemanick
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