El partido político Perú Libre, que postula a Pedro Castillo como candidato a la presidencia, propone, entre otros temas, elaborar una nueva Constitución a través de la convocatoria de una Asamblea Constituyente. De esa manera, buscan reemplazar la Carta Magna decretada en 1993 durante el gobierno de Alberto Fujimori.
En caso se requiera elaborar una nueva Constitución se tendrían al menos dos referéndums. Uno para elegir la Asamblea Constituyente y otro para aprobar el texto de la Carta Magna, explicó la constitucionalista Beatriz Rodríguez.
La actual Constitución no prevé una Asamblea Constituyente, pero señala que para cambiarla se puede presentar un proyecto de ley de reforma constitucional de manera parcial o total. Del mismo modo, para modificar un artículo de la Constitución se debe aprobar en dos legislaturas consecutivas o solo una incluida un referéndum, como ocurrió el año 2018 con la propuesta de no reelección de congresistas.
Rodríguez indicó a RPP que la otra forma en la que se puede cambiar la Carta Magna es mediante una convocatoria de referéndum hecha por el gobierno, en el cual la población deberá decidir si quiere un cambio de Constitución o no, si se desea una Asamblea Constituyente o el Congreso vigente.
Sin embargo, advirtió que un cambio de Carta Magna puede contemplar un tiempo, de un año o dos dependiendo de cómo se establezca.
Dentro del plan de Gobierno de Pedro Castillo, se menciona que la nueva Constitución debería tener un enfoque más humanista, solidario y nacionalista. Asimismo, plantea una participación mayor del Estado en el mercado.
Impacto económico
Dos exministros de economía consultados por Gestión.pe, coinciden en que el proceso de la redacción de la nueva Constitución generará incertidumbre y agravaría la economía, que hoy no se encuentra en buena situación producto de la pandemia de la COVID-19.
Alfredo Thorne señala que el cambio de Constitución y el modelo económico planteado por el candidato de Perú Libre, debilitará un “ancla” que ha permitido que la economía peruana crezca de una manera sólida en los últimos treinta años. Ello se debe principalmente a la independencia del Banco Central de Reserva y al rol del Estado de no tomar participación directa en las actividades del sector privado.
“Si bien no queda claro que tan rápido responderían los precios, la actividad económica colapsaría. El efecto de precios mucho dependerá del déficit fiscal que vaya a generar y cómo se financia. Si se hace de manera inorgánica, no tardaría en convertirse en una hiperinflación como la que vivió el Perú a fines de los 80”, indicó.
Señaló es importante tener en cuenta que el sector privado representa el 80% de la economía y si este se contrae generaría una caída dramática en la economía y sobre todo en el empleo.
El exministro de economía del gobierno de Pedro Pablo Kuczynski, sostuvo que Pedro Castillo y Perú Libre no ha sido claro como va a implementar su nueva Constitución en caso gane las elecciones, si disolvería el próximo Parlamento o habría dos, lo cual sería un despropósito.
“Me parece que el escenario más claro es de un enfrentamiento mucho más rudo entre el Legislativo y Ejecutivo. Con una pérdida de confianza importante en el sector privado y parálisis económica tremenda. El Gobierno vería los costos de sus decisiones mucho antes de la nueva constitución. Eso más allá de ahuyentar a la inversión privada, impactaría en el apoyo que tendrían, porque la gente que ellos dicen que van a beneficiar, será la que más se perjudicaría.
En tanto, el exministro del gobierno de Ollanta Humala, Alonso Segura, indicó que ello generaría mucha incertidumbre sobre todo en los cambios del capítulo económico, y después lo que determine la posible Asamblea Constituyente. “De prosperar esta iniciativa con los mecanismos posibles generará una contracción en la inversión o por lo menos, contenerla y eso afectará la generación de empleo adecuado”.
Segura manifestó que con las propuestas de Castillo es difícil prever una bonanza económica en los próximos años, debido a que no está estipulando elaborar una “Hoja de ruta” y continua con un discurso radical, sobre todo con enfoque populista que busca votos.
“Con ese camino lo único que puedes esperar es un incremento de la incertidumbre y deterioro gradual de los indicadores económicos”, sostuvo.
Para el economista es importante conocer “las reglas de juego” que propondrá Castillo en la nueva Constitución porque esto será directamente proporcional al nivel de incertidumbre que habrá y al impacto que se tenga del deterioro de los indicadores económicos, y por tanto, sociales.
Cambios de Constitución en la región
Alonso Segura comenta que un cambio de Constitución o su proceso trae impacto económico. Sin embargo, en Chile no puede ser medido actualmente porque la pandemia “contamina la lectura de los resultados”. A pesar de ello, considera que una Constituyente en el país del sur es diferente al que ocurriría en el Perú porque su tendencia es más de centro.
“Una Asamblea Constituyente en Chile con un gobierno de derecha, es distinto al de un eventual gobierno, que ni siquiera es de izquierda, sino de izquierda extrema. La lectura es totalmente diferente. En un caso la incertidumbre puede ser moderada y en el otro más severa; en uno puedes hacer ajustes que pueden ser buenos para la economía chilena, pero en el otro, un descalabro, no hay punto de comparación válido”, apuntó.
Ante ello, aseguró que se debe comparar la posible situación peruana con los cambios de dirección ocurridos en Venezuela, Bolivia y Ecuador, en el cual los gobiernos buscaron perpetuarse con medidas económicas no tan beneficiosas como se exclamaban.
“Es difícil anticipar, pero los antecedentes de países de la región que han ganado posiciones de izquierda más extremas, autoritarias, que entran a perpetuarse en el poder y hacer todo tipo de cambios les ha ido mal. Venezuela ha sido un cataclismo, Argentina y Ecuador no han tenido resultados positivos en sus economías. Sobre Bolivia tratan de defender porque creció más que los demás, pero ninguno al nivel de Perú”, enfatizó.