Debido al toque de queda en Lima y Callao y a los bloqueos de carreteras en el país por la huelga de transportistas este último martes, quedó en el tintero del Ejecutivo la publicación del decreto supremo que aprueba los cambios al Reglamento de la Leche (Decreto Supremo N° 007-2017/Midagri). Se supo que el presidente de la República, Pedro Castillo, ya había firmado la norma y debe publicarse pronto.
La principal modificación apunta al uso de la denominación ‘leche evaporada’ solo en aquellos productos lácteos que usen 100% leche fresca, basándose en las reglas de la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA).
En ese sentido, ya no se aplicará los lineamientos del Codex Alimentarius, en el que se respaldaba la industria nacional para utilizar como insumo complementario la leche en polvo, producto que en su totalidad es importado, de acuerdo a información de la Sociedad Nacional de Industrias (SNI).
Los cambios al reglamento incluyen un tiempo de adecuación de seis meses, según supo Gestión.pe. Es decir, las empresas que conforman la industria -Gloria, Nestlé y Laive- tendrán hasta octubre próximo para implementar los cambios en su producción.
Nivia Vargas, presidenta de la Asociación Ganaderos Lecheros del Perú (Agalep), enfatizó que “no se está prohibiendo la importación de leche en polvo, pero si la industria quiere usarlo deberá cambiar su etiqueta a leche restituida”, declaró.
Por su parte, Rómulo Antúnez, viceministro de Agricultura, dijo que con las modificaciones al reglamento se “soluciona en parte los reclamos de los ganaderos”. En su opinión, el uso de solo leche fresca nacional no baja en lo mínimo la calidad nutricional de los productos lácteos y que, además, está garantizado el abastecimiento a la industria con la producción local.
De acuerdo a la SNI, la producción de los ganaderos peruanos cubre solo el 71% de la demanda nacional de leche, por lo que el 29% debe importarse.
¿Se puede cambiar ese panorama? Antúnez indicó que para este viernes se ha convocado a una reunión con las empresas a fin de consensuar tres puntos: el apoyo de la industria privada en la mejora genética del ganado vacuno así como de la masa forrajera, y mejorar los precios que se pagan al productor para evitar la quiebra de muchos de ellos.
La pandemia fue un factor que agravó la situación de los ganaderos lecheros en el Perú pues se incrementaron los precios de sus principales insumos como la soya y el maíz, cuyos precios dependen del mercado internacional.
Ante ello, desde el 2021 venían reclamando a las empresas acopiadoras elevar el precio de la leche fresca de S/ 1.20 a S/ 1.80. El reclamo iba a ser debatido en el Consejo Nacional de la Leche, sin embargo, no hubo avances.
Elevar producción quesera
Pero los cambios al reglamento también apuntan a solucionar otros problemas en la producción láctea nacional. Gestión.pe ya había adelantado que entre los cambios se establecería un estándar de habilitación sanitaria para que más plantas queseras puedan formalizarse.
De acuerdo a cifras del Midagri, de las 6,000 plantas queseras en el Perú solo un 3% tiene certificación para poder exportar. Ello se debe a que sacar un estudio de puntos críticos (HACCP) le cuesta al productor más de S/ 20,000 por lo que muchas optan por seguir trabajando de forma informal.
Dato
- La demanda nacional de leche en Perú es de 3.3 millones de toneladas al año, aunque solo se producirían localmente 2.1 millones de toneladas, según la SNI. No obstante, el Ejecutivo reiteró que la leche fresca nacional puede cubrir la demanda total.